Madrid.- El MMT Estudiantes se salvó del descenso la temporada pasada contra el ViveMenorca y, ahora, en un principio de curso que se le complicaba, también encontró la fuerza para calmar las aguas y soltar lastre ante el cuadro dirigido por Ricard Casas, al que tampoco faltó carácter para disputar un choque que mostró en todo su esplendor al serbio Marko Popovic.
Popovic encarnó el estado de ánimo de un MMT Estudiantes tocado por el resultado del derbi ante el Fuenlabrada y la reciente experiencia de haber filtreado con el descenso. Con seis victorias y dos derrotas en ocho jornadas, el mismo escaso botín conseguido por el ViveMenorca, los colegiales tuvieron muy presente en todo momento la mala experiencia de la temporada pasada y el acecho de los fantasmas detrás de los baleares.
El Estudiantes sentía, más o menos, una situación de emergencia nada recomendable. Y supo traducir esa presión en un factor de motivación positiva cuyo máximo exponente, no sólo por la efectiva sobriedad que despliega y la enorme inteligencia de saber limitarse a hacer lo que tiene que hacer, Popovic.
El serbio fichó la campaña pasada como temporero por el DKV Joventut y se ganó la renovación. En el Telefónica Arena saben entender muy bien a este tipo de jugadores y, cuando Popovic, que había salido en el cinco inicial fue sustituido, le premió con una cerrada ovación de absoluto reconocimiento. La gente del Estudiantes siente que Popovic es uno de los suyos.
Del mismo modo que, desde hace ya un buen puñado de años, identifican al italo-argentino Pancho Jasen como uno más de la familia. Popovic puso ardor, eficacia, motivación y ganas. Jasen, el mismo arrojo que de costumbre y la varita mágica para convertir en puntos el buen trabajo colectivo en fases de trascendencia.
Jasen niveló con once puntos la cosecha conseguida por Marc Fernández en el primer tiempo. La mano del suramericano unida a la del esloveno Samo Udrih en un par de lanzamientos psicológicos y una despejada actuación en las transiciones, el agotamiento de los puntos de Marc Fernández y la reducción del ViveMenorca a los zarpazos del estadounidense Bud Eley, autor de los seis últimos puntos visitantes de la primera parte, lanzaron el tanteador hasta una diferencia de diez puntos al final del segundo cuarto (43-33).
El Estudiantes había disfrutado de una máxima ventaja de trece (43-30). El segundo homenaje de la grada a Popovic saltó con catorce (49-35 m.24) y el ex yugoslavo cogiendo un rebote imposible en medio de la pelea mantenida por Eley y Wideman, edificante para los amantes del juego interior.
Detrás de la buena sintonía madrileña se dejaba notar el trabajo defensivo, también favorecido por la motivación tan sabiamente interpretada por Popovic. Pero el ViveMenorca también entendía que el resultado le iba a pintar el panorama liguero en uno u otro sentido. No era lo mismo salir del Telefónica Arena con 7-2 que con 6-3 por nimio que pueda parecer.
Además de tener perfectamente claras las circunstancias, las afrontó con inteligencia. Para empezar, tomó buena nota de la fórmula aplicada por el Estudiantes y, con acertado criterio, apretó la defensa. Solucionado con acierto ese trance, se encontró mejor en ataque. Eley había sido el salvador antes del descanso y siguió como referente básico del ViveMenorca, pero el estadounidense necesitaba algún apoyo más. El croata Marino Bazdaric se lo prestó en un gran tercer cuarto.
Bazdaric anotó once puntos a lo largo del corte y lo terminó con dieciocho. Nueve de sus once tantos del periodo cayeron desde el arco de triples. El resumen de la reacción menorquina quedó en un parcial de 6-18 y un tanteador de 55-53 como antesala del cuarto decisivo.
Los colegiales tomaron la iniciativa por medio de Wideman (61-55 m.34) y volvieron a atrincherarse en una zona para contener las andanadas de los baleares. El ViveMenorca agotó una posesión sin ver aro después de mover la bola veinticuatro segundos y el estadounidense Vonteego Cummings, clave en la victoria que el Estudiantes arrancó en el Palau Blaugrana por una decisión de inteligencia en los últimos tiros libres -falló el segundo a propósito-, le clavó un triple demoledor (64-55 m.35).
El ex del Maccabi Tel Aviv tocó la mandíbula de los menorquines con ese triple, les dejó helados. Sólo anotaron ocho puntos en el cuarto final, la mitad que el cuadro de Luis Casimiro, que también se encuentra mejor con 6-3 que con 7-2.
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- Ficha técnica:
71 - MMT Estudiantes (17+26+12+16): Granger (11), Udrih (8), Suárez (4), Popovic (9), Wideman (11) -cinco inicial-, Jasen (16), Junyent (7) y Cummings (3).
61 - ViveMenorca (13+20+20+8): Jeter (-), Stojic (7), Boisa (-), Bazdaric (18), Eley (14) -cinco inicial-, Jesús Fernández (5), Marc Fernández (11), Guzmán (2), Ivanov (4) y Otegui (-).
Árbitros: Amorós, Araña y Martínez. Excluyeron por personales a Jasen (m.36).
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