Hillary, otra vez a la sombra de Bill en su camino al Gobierno

WASHINGTON.-  Durante uno de los debates de las primarias entre los candidatos demócratas, Hillary Clinton atacó a Barack Obama por su falta de experiencia. "No te preocupes, puedes estar segura de que te pediré consejo", le contestó el ahora presidente electo.

Si Obama ya pensaba por aquel entonces en contar con Hillary como Secretaria de Estado en caso de ganar las elecciones, no lo sabemos, pero el demócrata no tardaría en saber que Hillary es en realidad dos Clinton por uno.

La elección de Clinton como Secretaria de Estado de la futura administración Obama ha sido descrita como una locura, como que es mejor tener al enemigo más cerca que lejos, o como la decisión más acertada que puede tomar el próximo presidente. Y tanto los que apoyan la decisión como los que no, están de acuerdo en que la cuestión no es Hillary, sino su marido.

El currículo, experiencia, prestigio y los 18 millones de votos que consiguió Hillary en las primarias no han sido puestos en duda a la hora de considerarla para el puesto de Secretaria de Estado, el mismo que ahora ocupa Condoleezza Rice. Pero la política exterior del ex presidente Bill Clinton, así como los compromisos de todas las fundaciones en las que se encuentra involucrado, pueden suponer un problema a la hora de elegir a Hillary.

Además de dar conferencias por todo el mundo, Bill Clinton ha realizado inversiones en varias organizaciones internacionales que podrían suponer un conflicto de intereses para su mujer en caso de formar parte del equipo de Obama. Entre ellas hay desde organizaciones benéficas, relaciones con gobiernos extranjeros y compañías farmacéuticas.

Según el New York Times, "Bill Clinton ha utilizado su fundación para luchar contra el SIDA, la pobreza o el cambio climático, pero también ha cobrado millones de dólares por conferencias y contribuciones de mandatarios extranjeros con intereses en las políticas del Gobierno americano".

El equipo de Obama podría encontrarse en estos momentos tratando de lograr dos cosas. Una, aclarar todas las relaciones económicas y de intereses que tiene Bill Clinton, ante lo que su equipo se ha mostrado "exasperado" por las dificultades. Y dos, hallar la manera de que, en caso de que Hillary acepte el puesto, puedan crear una barrera para que cualquier movimiento de Bill no salpique a la administración de Obama.

Aunque Bill Clinton se unió a la campaña de Obama durante las últimas semanas antes de las elecciones, y mostró su apoyo al candidato, las diferencias entre uno y otro eran bien conocidas: Obama no sólo venció a Hillary, también le ha robado el liderazgo del partido demócrata a Bill.

Por otro lado, nadie se olvida de Joe Biden. Si algo aporta el vicepresidente electo al equipo de Obama es su experiencia en política exterior, pero ésta no siempre coincidió con lo defendido por Bill Clinton cuando éste era presidente. ¿Creará otro conflicto en caso de que Hillary acepte el puesto?

El pasado domingo, la cadena ABC emitió la primera entrevista concedida por Obama después de las elecciones. "Ella es alguien de quien yo necesitaba consejo. Es una de las senadoras más inteligentes que tenemos. Más allá de esto, no vas a conseguir que diga nada más", contestó al presentador.

Obama tampoco ha dado detalles sobre los otros nombres que siguen sobre la mesa. El que fuera candidato demócrata en 2004 y senador por Massachussets John Kerry, el gobernador de Nuevo México Bill Richardson, también demócrata e hispano, y el senador republicano Check Hagel.

La oferta de Obama a Hillary, así como su reunión ayer con su rival en las elecciones, el republicano John McCain, pueden ser parte de su promesa de formar un equipo bipartidista que termine con los intereses de Washington. Pronto veremos si es verdad.