Buenos Aires.- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, buscó hoy minimizar los temores generados por la crisis financiera global a nivel local, que ya afecta a distintos sectores productivos.
Luego de advertir que "están asustando a la gente" con las consecuencias de la crisis en este país, Fernández señaló que "lo importante no es anunciar catástrofes" sino "tomar medidas que permitan a los argentinos seguir con el crecimiento".
"Creo que el aprendizaje que hemos hecho los argentinos en las sucesivas crisis nos coloca en un lugar de no equivocarnos al tomar decisiones y al sostener políticas", afirmó la mandataria.
"Yo estoy segura que si podemos articular esfuerzos inteligentemente nos va a seguir yendo como en los últimos cinco años", dijo sobre un periodo en el que la economía doméstica creció a una tasa promedio superior al 8,5 por ciento.
Fernández anunció en un acto público que el superávit comercial argentino alcanzó los 11.376 millones de dólares en octubre pasado y registró un crecimiento interanual cercano al 40 por ciento.
Por su parte su antecesor, el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), dijo a periodistas que el Gobierno "está trabajando para mitigar" los efectos de la crisis financiera mundial, si bien reconoció que a raíz de esa situación puede "haber algunas suspensiones" de trabajadores en Argentina.
"La presidenta sigue de cerca el tema. Tenemos equilibrio fiscal y comercial sostenido y la administración se está haciendo con responsabilidad absoluta", afirmó a periodistas quien además preside el gobernante Partido Justicialista (peronista).
Más de 10.000 operarios de la industria automotriz local y unos 7.000 empleados de frigoríficos han sido suspendidos o están en vacaciones anticipadas a raíz del impacto de la crisis global, que ya empezó a sentirse en otros sectores productivos argentinos.
Kirchner, quien no suele dialogar con la prensa, viajará hoy a Chile para disertar en un foro de fuerzas políticas "progresistas", ocasión que aprovechará para reunirse con la gobernante de la nación vecina, Michelle Bachelet.
El ex mandatario descartó de plano la posibilidad de que Argentina solicite algún préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) al señalar que "ya saben lo que pienso" del organismo, al que suele criticar con dureza.
Además, consideró que hay "un gran apoyo del pueblo argentino" al proyecto del oficialismo que prevé el traspaso de los fondos de jubilación privada al Estado, que ha sido aprobado por la Cámara de Diputados y la semana próxima será debatido por el Senado.
Cristina Fernández viajará hoy por la noche a Washington para asistir a la cumbre del G-20, donde defenderá la necesidad de una reforma en las políticas del FMI y otros organismos multilaterales de crédito que permita asistir a los países en desarrollo sin que se los obligue a aplicar "recetas" de ajuste económico.
La líder opositora Elisa Carrió presentó este miércoles una denuncia penal en la que acusó a Kirchner de encabezar una presunta "asociación ilícita", conformada, entre otras razones, para el manejo irregular de los fondos que pasarán al Estado si se aprueba la reforma de pensiones.
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