Santander.- El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS), Christian Manrique, ha subrayado hoy que no se pondrá "un solo ladrillo" de la nueva sede del Puerto sin el consenso de todas las administraciones implicadas en el proyecto de reordenación del frente marítimo.
Así lo ha afirmado tras reunirse con el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, José María Mazón, con quien ha cerrado la ronda de encuentros institucionales para presentar a las administraciones un protocolo de intenciones y recoger sus sugerencias sobre este proyecto.
El Ayuntamiento de Santander denunció hace unos días que la Autoridad Portuaria pretende aprovechar la reordenación del frente marítimo para construir una nueva sede y otras instalaciones portuarias, una información que, según el concejal de Infraestructuras, César Díaz, habría ocultado intencionadamente para "arrinconar" al Consistorio.
Manrique ha explicado, después de su encuentro con Mazón, que en el protocolo se recogen las necesidades de infraestructuras del Puerto, entre las que se encuentra la potenciación de la estación marítima con unas mejores instalaciones para impulsar el tráfico de pasajeros.
Además habrá que "reubicar" a los trabajadores del Puerto en nuevas instalaciones, para lo que se cuenta con diferentes alternativas, que serán estudiadas por el grupo de trabajo que se cree con el objetivo de negociar el convenio urbanístico para la reordenación de los espacios portuarios, ha explicado.
El presidente de la Autoridad Portuaria ha vuelto a apelar a la transparencia, al diálogo y al consenso respecto a la construcción de la nueva sede que, ha apuntado, está incluida en el protocolo, como también se encuentra en él la necesidad de crear aparcamientos en la zona de Castilla-Hermida.
En cuanto a la intención del Ayuntamiento de Santander de hacerle llegar su propio protocolo, ha explicado que la APS recibirá "de buena gana" ese documento, que aún no está en sus manos, como cualquier otra propuesta que se le plantee.
El siguiente paso en este proceso se dará la semana próxima, cuando el Puerto espera recoger las sugerencias que le planteen las instituciones a las que ha presentado el protocolo y empezar a negociar el futuro convenio urbanístico.
Tanto Manrique como Mazón han destacado el papel en este proyecto de la Consejería de Obras Públicas, que, a juicio del presidente de la APS, es "fundamental" porque puede agilizar su tramitación, especialmente en las últimas fases.
El consejero ha afirmado que el papel del Gobierno de Cantabria no es el de "protagonista", sino el de asesorar y tratar de agilizar el proyecto para que "las cosas vayan bien" y no se produzcan "tropiezos" en los trámites finales.
Mazón ha hecho hincapié en la necesidad de que en este proyecto participen todas las administraciones y en que su puesta en marcha permitirá la apertura del puerto a la ciudad, un proceso, ha recordado, que el Gobierno ha emprendido en distintos ayuntamientos de Cantabria. "Todos lo han recibido con los brazos abiertos y en Santander también tiene que ser bienvenida", ha remachado.
Ha insistido en que la Consejería que preside asumirá un papel de control, ya que las propuestas, a su juicio, las tiene que hacer la la Autoridad Portuaria y "los más implicados" en el proyecto, que son los ciudadanos y su Ayuntamiento.
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