Christina Rosenvinge y el proyecto 'arty' en el que nadie creyó

Como Jane Birkin, Carla Bruni o Justin Timberlake, Christina Rosenvinge mejora con los años y a pesar de las burlas populares. En noviembre publica 'Tu labio superior', el que tiene que ser por narices y definitivamente su mejor disco.

Christina Rosenvinge puede estar contenta. El día en que un artículo sobre ella no se burle de su pasado naif junto a Álex de la Nuez en Álex y Christina o de su etapa súper arty en Nueva York con sus amiguísimos Sonic Youth, no ha llegado, pero nunca ha estado tan cerca. Después del maravilloso EP que publicó el año pasado junto a su novio Nacho Vegas, sólo necesitaba un buen álbum más para que se dejase de hablar de una vez de lo de siempre.

La más guapa de todas las cantantes nacionales y parte de las internacionales también verá cómo los medios cada vez tienen que recurrir menos a su origen anglo-danés para explicar su belleza. 'Tu labio superior', que publica Warner el 4 de noviembre, viene a demostrar que la mayor de las bellezas de Christina Rosenvinge está finalmente en la madurez de sus "43 candados", como bromeaba Nacho Vegas en uno de esos temas conjuntos de la pareja, refiriéndose a su edad.

Nunca parecía que este día fuera a llegar. De la misma manera que nadie pensó que Carla Bruni pudiera convertirse en una cantautora de prestigio (¿os acordáis de cuando aún no era la primera dama de Francia y era sólo una modelo?); que Justin Timberlake, el mocoso de rizos horribles de NSync, pudiera recoger varios premios Grammy o componer una de las mejores canciones de 2006 para Rock de Lux. Que Jane Birkin, una niña un tanto feúcha que había aparecido en un par de películas llegara a los 60 años recorriendo teatros cantando a Gainsbourg y recibiendo críticas excelentes. O a otra escala, que Mai Meneses, la primera expulsada de Operación Triunfo 2, fuera la única en conseguir el éxito comercial a largo plazo en Nena Daconte.

A veces las estrellas del pop nos dan sorpresas. Pero muchas veces también las dudas que siembran se las buscan. Hasta hace poco, Christina Rosenvinge quizá había jugado demasiado con los extremos. Aunque había cosas más que rescatables en Álex y Christina, como la misma 'Chas y aparezco a tu lado', que no dejaba de ser un buen tema de pop, o 'El Souvenir', que mostraba que el grupo no era tan ingenuo como parecía, ella quiso huir totalmente de la comercialidad sumergiéndose en discos espinosos junto a Los Subterráneos, o todavía menos accesibles en solitario. Christina, que en los años de su trilogía en inglés, 'Frozen Pool', 'Foreign Land' y 'Continental 62', fue pareja y tuvo hijos con el escritor Ray Loriga, parecía agobiada por tener que demostrar algo que la gente no terminaba de creerse. Quizá intentaba demostrar ser mejor de lo que era en realidad…

Sin embargo, el tiempo le está sentando mejor que a la mayoría. Una mirada atrás hacia sus discos perdidos dejan suficientes temas como para pensar que sus años en Nueva York no estuvieron tan mal después de todo. Y al margen de la calidad de Liar To Love, por ejemplo, ha podido aprender en esta época todo lo que necesita para despuntar definitivamente como cantautora. Su EP junto a Nacho Vegas dejó momentos tan preciosos como 'Humo' o 'No lloro por ti' y este 'Tu labio superior' apunta a ser su mejor disco largo.

El álbum viene precedido de un single, 'La distancia adecuada', para el que se han realizado tres videoclips diferentes, a cual mejor. En la versión Kiss la vemos midiendo palmo a palmo la distancia que la separa de las botas de Nacho Vegas. En la versión Gallery bromeando sobre la referencia a Prada de la letra. Y en la versión Fence saltando una valla, en una inequívoca metáfora sobre su lado más salvaje en consonancia con su lado más sexy.

'Tu labio superior' ha contado con Steve Shelley de Sonic Youth a la batería, Chris Brokaw de Come en las guitarras y Jeremy Wilms en el bajo, el contrabajo y las guitarras, entre otras colaboraciones. Aparte de diez temas propios, incluirá una versión de Leroy Carr, 'In The Evening', según la interpretación que escuchó tocar a Chris Brokaw y Geoff Farina en el Tanned Tin de 2007, uno de los festivales más intelectuales de nuestro país. La nota de prensa dice que el álbum recuerda al bar de Twin Peaks, al cabaret berlinés y por supuesto a Gainsbourg. Pero ya a nadie espanta que Christina resulte pretenciosa. Después de tantos años y una decena de canciones maravillosas, ahora sí sabemos que no sigue ninguna impostura. Simplemente es ella misma.