Los informes del incendio de Santander indican que se actuó "razonablemente bien", según el Ayuntamiento

Santander.-  El portavoz del equipo de gobierno municipal, Eduardo Arasti, ha opinado hoy que, a la luz de los informes elaborados por los Bomberos y la Policía Local sobre la explosión y posterior incendio que se produjeron el pasado día 8 en la calle Tetuán, "el dispositivo funcionó razonablemente bien".

Aunque ha reconocido que "puestos en el papel de los vecinos que han perdido sus casas todo lo que se haya hecho puede parecer poco", Arasti ha considerado positivo que los bomberos lograran sofocar el incendio en tres horas y media para que así "el edificio puede ser rehabilitado".

Arasti ha dado cuenta hoy del contenido de los informes solicitados tras la explosión y el incendio que afectó a los números 41, 43 y 45 de la calle Tetuán, que provocó la destrucción del tejado y de los pisos superiores de los tres edificios.

Sobre las causas del incendio que se produjo nueve horas después de la explosión que tuvo lugar en el cuarto piso del número 41, Arasti ha hecho hincapié en que será la Policía Científica la que determine cómo se originaron las llamas.

El informe de los Bomberos destaca que el incendio del que recibieron aviso a las 23.39 horas del día 8 quedó controlado a las 2.00 horas del día 9 y extinguido en su totalidad a las 3.30 horas, con participación en las labores de extinción de 61 bomberos, de los que 37 eran del servicio municipal, 7 voluntarios, 8 de Torrelavega y 9 del 112.

En cuanto al agua utilizada, el informe refleja que para el momento en el que el incendio quedó controlado, a las 2.00 de la madrugada, habían utilizado alrededor de 264.000 litros y, una hora y media más tarde, cuando ya estaba sofocado, la cifra ascendía al medio millón.

Arasti, en su repaso pormenorizado de la actuación de los bomberos, ha explicado que un minuto después de recibir varios avisos de fuego (23.39 horas) se desplazaron al lugar del siniestro dos autobombas (11 bomberos), que trabajaron desde dentro de los inmuebles y pidieron ayuda al comprobar la magnitud de las llamas.

A las 23.57 llegaron otra autobomba-nodriza y una escala con otros siete bomberos y comenzó la instalación para la toma de agua desde el hidrante situado en la Plaza Amaliach y otra desde la boca de riego de la calle Canalejas.

El primero de ellos, según el informe, "requirió de una breve reparación" tras la cual pudo ser utilizado.

Luego fueron incorporándose efectivos hasta que el operativo de bomberos quedó instalado con una capacidad de agua en sus vehículos de 39.300 litros. La utilización de agua era de 3.000 litros por minuto.

El informe de los bomberos también señala que en el piso en el que se produjo la explosión se encontraron dos conatos de incendio en dos habitaciones y, en la cocina, la tubería de gas con la salida libre; por lo que se apagó el fuego en las citadas habitaciones y se taponó la tubería de gas perteneciente a un calentador que se encontraba desmontado.

A las 18.30 horas se revisó la parte afectada y la lectura del detector de gases dio negativa; y, a las 19.15 se cortó el suministro eléctrico de los pisos de la cuarta planta de los portales 43 y 41, así como de la buhardilla de este último.

Finalmente, por lo que a la actuación de los bomberos se refiere y, más concretamente, en cuanto a si debían haber dejado un reten en la zona, Arasti opina que "siguieron el protocolo".

En los informes de la Policía Local se señala, entre otras cosas, que los agentes que se encontraban en la zona, acompañados de una vecina, observaron desde el edificio de enfrente al siniestrado, que había humo en el tejado de los portales 41 y 43.