Melilla.- El Gobierno de Melilla ha comenzado hoy a evaluar los daños ocasionados por las fuertes lluvias registrados ayer en la ciudad, mientras los servicios de limpieza se afanan en quitar la gran cantidad de lodo acumulado en las calles.
En rueda de prensa, el presidente melillense, Juan José Imbroda, ha asegurado que "lo prioritario" es que la ciudad pueda volver a la normalidad, algo que se espera que se suceda en los próximos días si las condiciones meteorológicas son favorables.
La empresa encargada del servicio público de limpieza ha movilizado a todos sus trabajadores, a los que se han sumado otras 30 personas más de refuerzo, al tiempo que se está trabajando en la red de alcantarillado.
Asimismo, cuatro palas excavadoras colaboran en las tareas de limpieza, principalmente de las zonas más afectadas por los desbordamientos del Río de Oro y de los dos arroyos que cruzan la ciudad.
La Consejería de Medio Ambiente será la encargada de canalizar todos los datos que se vayan recogiendo por parte de las distintas áreas, para que, una vez analizados, se pueda tomar la decisión de solicitar al Gobierno central las ayudas correspondientes.
"No es como lo que ocurrió hace un mes", ha precisado el mandatario autonómico, quien ha señalado que las inundaciones de este domingo, además de causar daños en vehículos, garajes y establecimientos, han afectado a calles y aceras.
Por ello, ha resaltado el esfuerzo que se está realizando para "reponer" la ciudad y ha precisado que la actuación se va a centrar estos días en las calles para posteriormente emprender acciones en las playas, que han quedado seriamente dañadas con toneladas de residuos arrastradas desde el río hasta el mar.
Las playas del litoral melillense, que precisamente el pasado viernes habían quedado totalmente limpias tras el último temporal, presentan hoy un aspecto desolador y la arena ha quedado prácticamente cubiertas con cañas y botellas.
Pese a los daños materiales que se irán contabilizando, el presidente de Melilla se ha congratulado por el hecho de que no se haya producido ningún daño personal, máxime ante una situación en la que "el agua desbordada es difícil de aguantar".
Imbroda ha resaltado que, además de las lluvias registradas en Melilla, hay que tener en cuenta las precipitaciones caídas en Marruecos, por cuyo territorio discurre la mayor parte del Río de Oro que desemboca en la ciudad autónoma.
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