WASHINGTON.- Dentro de dos semanas, Estados Unidos tendrá nuevo presidente. Si todo va bien. El complejo sistema electoral estadounidense deja espacio para empates y sorpresas que pueden retrasar el resultado de las elecciones. A continuación pueden encontrar una guía con todos los factores clave en estas elecciones, explicando, por ejemplo, cómo se pueden ganar sin tener la mayoría de los votos.
El nuevo presidente de Estados Unidos será aquel que haya ganado más votos electorales. Cada estado cuenta con un determinado número de votos electorales en proporción a su población. California, Nueva York y Texas son los estados con mayor población y aportan 55, 31 y 34 votos electorales respectivamente. El candidato que cuente con más papeletas a su favor, se lleva todos los votos electorales de ese estado. Y el candidato que alcance el mínimo de 270 votos electorales se mudará a la Casa Blanca.
Este sistema da pie a situaciones como la ocurrida en 2000 con la victoria de George Bush. El actual presidente no obtuvo mayor numero de votos populares (papeletas) a nivel nacional, pero sí en Florida. Al llevarse los 27 votos electorales de este estado, ganó la presidencia. Aunque fuera por un 51% de los votos frente al 49% conseguido por el demócrata Al Gore.
En Estados Unidos pueden votar todos los ciudadanos mayores de 18 años y registrados en el censo electoral. En el año 2000, votó el 60% del electorado, frente al 64% de 2004. Este año se esperan altas tasas de participación, basándose siempre en récords de votantes registrados y gracias al voto joven (la quinta parte del electorado) y de las minorías.
Los ciudadanos pueden votar en colegios electorales, en los que encuentran las papeletas con los nombres de los candidatos. Cada estado regula el sistema elegido para la votación en sí, desde marcadores electrónicos hasta lectores de papeletas que ya se hicieran famosos en el año 2000 en Florida. El temor a que fallen es una preocupación generalizada: los medios de comunicación consideran estos días que es noticia el hecho de que la tecnología esté funcionando bien.
Las elecciones se celebran el primer martes de noviembre, el día 4. El porqué de votar en martes se ha ganado una página Web. En 1845 el Congreso elegía el día en que se tenían que celebrar las elecciones. Estados Unidos era entonces un país agrícola, por lo que los ciudadanos (hombres) necesitaban un día para ir a votar, el día que votaban más otro para regresar (a caballo, en burro…). Estos tres días no debían interferir con días de veneraciones religiosas, lo que dejaba libres el martes y el miércoles. Dado que los miércoles era días de mercado, las elecciones se celebraban en martes. Y así hasta ahora.
Por cuestiones prácticas y dado que el día de las elecciones es siempre día laboral, algunos estados permiten a sus ciudadanos votar por adelantado (como estos días en Florida u Ohio) así como hacerlo por correo. En el caso de los estados que permiten votar antes del día 4, como es Ohio, este puede ser un factor decisivo. Obama intenta estos días empujar a votar por adelantado, tratando de evitar un posible golpe de efecto de McCain en los últimos días.
Dentro de dos semanas también están en juego los puestos de todos los miembros del congreso y un tercio del senado. Además 11 estados elegirán a un nuevo gobernador.
Por otro lado, estados como California incluyen en sus papeletas una pregunta sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Un resultado negativo podría cambiar la ley que hasta ahora permite casarse a parejas gays.
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