Viena.- El dirigente ultraderechista austríaco Jörg Haider, muerto el pasado sábado en un accidente de tráfico, será enterrado hoy en Carintia, el Estado federado de donde era gobernador desde 1999.
Desde el pasado jueves y hasta la pasada noche, el féretro con los restos mortales del político, de 58 años, estuvo expuesto en la Sala Heráldica de la sede del Gobierno regional, donde miles de ciudadanos acudieron a despedir a Haider.
Según la radiotelevisión pública austríaca, las largas colas para acudir a presentar respetos al polémico dirigente duraban más de dos horas. Unas 18.000 personas pasaron estos dos días frente al ataúd y unas 10.000 firmas han sido estampadas en el libro de condolencias.
El féretro estuvo escoltado por representaciones de la Policía, Bomberos y miembros de la Guardia de Honor de Carintia.
En las escuelas de la región se guardaron también minutos de silencio en recuerdo del político.
Haider, que conducía ebrio y a una velocidad de 142 kilómetros por hora, en una zona limitada a 70, cuando tuvo el accidente, recibió en los últimos comicios regionales en Carintia más del 40 por ciento de los apoyos electorales.
Los actos de hoy previos a la incineración y el entierro de las cenizas tienen carácter de funeral de Estado y contarán con la asistencia de las máximas autoridades del país alpino, entre ellos el presidente Heinz Fischer y el canciller Alfred Gusenbauer.
La anunciada presencia de líderes de la extrema derecha europea, como Jean-Marie Le Pen y el belga Flip Dewinter, no ha sido finalmente confirmada.
Sí acudirán el líder de la Liga Norte Italiana, Umberto Bossi, y Saif al Gadafi, el hijo de Muamar al Gadafi, gran amigo de Haider.
También se espera que unas 30.000 personas asistan a los actos de despedida, que comenzarán a las 11.00 hora local (09.00 GMT) con una ceremonia privada en la sede del Gobierno de Carintia y seguirán con un cortejo fúnebre hasta la Plaza Nueva de Klagenfurt, capital de la región, y un servicio religioso en la catedral.
Luego, los restos mortales de Haider serán incinerados y la urna con las cenizas enterrada en una iglesia en las propiedades familiares de la familia en Bärental.
El Gobierno regional ha dispuesto un servicio de autobuses gratuitos desde distintos puntos de Carintia para facilitar a quien lo desee acudir al ceremonial fúnebre. También la empresa pública de ferrocarriles ha reforzado su servicio a Klagenfurt.
Ante la esperada afluencia de público, se ha dispuesto un despliegue especial de 1.000 agentes, al tiempo que muchas de las calles de la capital carintiana serán cortadas al tráfico.
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