Garbajosa no se plantea "renunciar a la selección"

Moscú.-  El español Jorge Garbajosa, que debutó el fin de semana con su nuevo equipo, el Khimki ruso, aseguró hoy a Efe que no se plantea renunciar a la selección, con la que logró ser campeón del mundo (2006) y subcampeón olímpico (2008).

"No me planteo renunciar a la selección. Jugar con España, con los compañeros que tenemos, es un orgullo. Si me llaman para jugar el Europeo, acudiré como siempre", aseguró Garbajosa, que cumplirá en diciembre 31 años.

El ala-pívot, que no quiere entrar a "valorar" las decisiones personales o profesionales de otros jugadores que desean tomarse un respiro de la selección, señaló que lograr la plata en Pekín "fue algo muy bonito", ya que los Juegos Olímpicos son "la competición deportiva más importante del mundo".

"Después de lo que sufrí con la lesión, para mí era muy importante formar parte de un equipo tan grande, sentirme parte del grupo", dijo.

Garbajosa, un trotamundos que ha jugado en la NBA (Toronto Raptors) y en Italia (Benetton), inició el sábado una nueva singladura en Rusia, cuya liga puja con la ACB por el hegemonía del baloncesto continental.

"Con el Khimki aspiro a todo. Lo primero es trabajar, jugar bien y después intentar ganar títulos. El objetivo es la Euroliga, ya que el campeonato ruso es casi imposible", comenta.

El CSKA Moscú, equipo en el que confesó que pudo recalar antes de fichar por los Raptors en 2006, "ha dominado el baloncesto ruso durante los últimos 20 años".

"Han perdido a Papalukas (Olympiakos), que es un jugador clave en cualquier equipo, y también a Andersen (Barcelona). Pero es un grandísimo equipo y tienen a un gran entrenador (Ettore Messina)", indicó.

Además, añade, "han sabido fichar a jugadores extranjeros (el croata Planinic y el esloveno Lorbek) y a jóvenes rusos de buen nivel para suplir las bajas".

En su debut con su nuevo camiseta, Garbajosa anotó doce puntos, seis de ellos en tiros de triple, y aunque falló ocho de doce tiros a canasta, su equipo ganó (72-70).

"Está muy bien empezar ganando, ya que el Spartak era un rival fuerte. El partido fue complicado. Jugamos a buen nivel durante varias fases, pero aún no estamos para jugar bien los 40 minutos. Tenemos varios jugadores nuevos", dijo.

Entre los compañeros, destaca al argentino Carlos Delfino, con el que compartió vestuario las dos últimas temporadas en los Raptors, donde ambos vivieron "momentos difíciles".

"Es más que un compañero de equipo. Además, el poder comunicarte en tu propio idioma facilita la aclimatación", dijo.

Garbajosa está convencido de que tomó la decisión correcta al "romper el contrato" con los Raptors, y fichar por el equipo de las afueras de Moscú.

"Buscaba un equipo que confiara en mí. Quería sentirme otra vez importante. Noto que el entrenador y la directiva me apoyan, me hacen sentirme útil. A los 30 años lo que quiero es disfrutar", dijo.

Además de otras ofertas, el ala-pívot español desveló que mantuvo contactos con Los Ángeles Lakers, donde juega su "gran amigo" Pau Gasol.

"Se pusieron en contacto con mi agente y también preguntaron a Gasol. Pero yo tenía otra idea. Ellos tenían una cosa en mente y yo otra. De todas formas, me llena de orgullo que pensaran en mí", apunta.

Garbajosa, que militó en el Tau Victoria y en el Unicaja españoles, insiste en que no rechazó esa y otras ofertas porque no le garantizaran la titularidad.

"Yo siempre digo que lo importante no es quién empieza el partido, sino quién lo acaba", dijo.

En cuanto a la lesión, que le impidió disputar la fase final de la NBA en 2007 y le obligó a perderse casi toda la temporada pasada, Garbajosa asegura que ya está en el olvido.

"Hay días en que ni siguiera me acuerdo de que estuve lesionado. No siento nada. Si no me lo recordarais los periodistas, no pensaría en ello", dijo.

Garbajosa no descarta regresar a España en el futuro, aunque los dos años de contrato que firmó con el Khimki y las "vueltas" que da su vida últimamente, le hacen ser más cauto que nunca antes.

"Aún no me ha dado tiempo a conocer Moscú. Ahora vamos a jugar a Vladivostok (en la costa del Pacífico ruso a casi 10.000 kilómetros de distancia de Moscú) y después a otra ciudad, cuyo nombre no sé pronunciar", aseveró.

Ignacio Ortega