Como una suerte de Hormigas Blancas de la moda, llega el momento de recordar a una de las mujeres más influyentes de la moda a comienzos de 2000 y que ha ido apareciendo y desapareciendo del panorama en los últimos años, cual Guadiana. Hablamos de la emblemática Tara Subkoff, aquella que revolucionó la moda con su alternativísima marca Imitation of Christ, junto con Chloe Sevigny, después de haber sido actriz y 'socialite'. En 2006 le perdimos la pista, pero ahora parece que vuelve a la carga y para quedarse.
Lo de Tara Subkoff es un extraño caso de persona cool por méritos propios que ha conseguido ser una diseñadora y no una famosilla que se pega a gente más famosa aún, que hubiera sido lo más fácil para ella. Comenzó como actriz en televisión (en 'Doctor en Alaska' hizo un pequeño papel en un capítulo como O’Connell adolescente) para después aparecer en una docena de películas poco relevantes. La más importante fue The Last Days of Disco, al lado de quien luego sería su amiga y compañera en su aventuras en el mundo de la moda, Chloe Sevigny.
En 2000 fundó junto a Matt Damhave Imitation of Christ, una firma con la que pretendían revender ropa de segunda mano de diseñador a precios ciertamente elevados. Chloe comenzó en 2001 como directora creativa (después de que Tara echara a Matt) y, entre ambas y un nutrido grupo de artistas y jóvenes bien de Nueva York, fueron estableciendo la marca como referencia entre la modernidad. Ellos no creaban ropa, sólo reformaban piezas antiguas, y desde su primer año ya desfilaban en la New York Fashion Week. Su estilo era muy retro y bastante vanguardista para la época: jerséis- vestido, looks vintage, grandes espectáculos con cosas como modelos pasando el aspirador en braguitas sobre la pasarela…
Las colecciones estaban influidas por los movimientos artísticos underground de Nueva York, la música o el cine, y contaban con una imagen tan llamativa como Sevigny o, más tarde, la propia Scarlett Johansson. La propia Tara prefería decir que no era diseñadora y que hacía antimoda, pero lo cierto es que muchas de sus prendas alcanzaban las cuatro cifras. Detrás de ella había también un inversor, Josh Sparks, y otra diseñadora, Kasia Bilinski, que la ayudaban en su tarea de no hacer moda.
Pero después de su último desfile en 2006, Subkoff vendió su parte de la marca a Sparks, que previamente había sido director ejecutivo de la firma australiana Sass&Bide, y la relanzó en 2007 como una casa de lujo de confección a medida. En su nueva web no mencionan a su creadora original por ninguna parte.
Las malas lenguas decían que Tara había sido incapaz de responder a la demanda de pedidos, a pesar de que ni siquiera fabricaban la ropa, sino que rehacían piezas ya usadas, y que sus puntos de venta se habían hartado. En realidad, quien se había hartado era Tara de Imitation of Christ, y la había dejado morir mucho antes de 2006, aburrida de lo que estaba haciendo. Es más, el año anterior ya empezó a volar sola realizando una colección de calzado para Easy Spirit, una marca bastante anodina que revivió gracias al excelente trabajo de Tara, que fue un superventas total.
En enero de 2008, volvimos a saber de ella, ya que lanzaba una colección de textil accesorios para la firma Bebe. Eran 12 piezas que aún se pueden adquirir online y a precios bastante asequibles, para lo que estaba ella acostumbrada con Imitation of Christ. En marzo de este año también saltaba la noticia de que Tara quería recuperar su antigua firma, pero de momento este proyecto lo tiene aparcado a favor de su nueva aventura como diseñadora. Acaba de mostrar en la pasada Semana de la Moda de Nueva York su primera colección como directora creativa de FORM, una marca que tiene el dudoso honor de tener un diseñador, Jerry Tam, que ha sido el primer expulsado en la última edición del programa Project Runway. Tiene un trabajo duro por delante, porque medio Estados Unidos ve este reality del mundo de la moda, presentado por Heidi Klum, en el que FORM quedó bastante mal, a juzgar por la pieza que presentó. Tam y Subkoff se conocían de los tiempos de Imitation, ya que él colaboró en alguna ocasión con la firma. De cualquier forma, lo de ser expulsado el primero de un reality de talentos muchas veces es símbolo de calidad y no de lo contrario.
Ahora Jerry Tam queda en la sombra y Tara toma las riendas de una firma un tanto a la deriva que parece haber ganado enteros según lo que hemos visto en el reciente debut de la diseñadora. Colores suaves, prendas muy chic, experimentación con el volumen y poco riesgo, a favor de prendas más comerciales y de calidad. Parece que Tara Subkoff ha madurado en cuanto a estilo y objetivos. Veamos qué será lo próximo…
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