WASHINGTON.- Cuando queda menos de un mes para las elecciones a la Casa Blanca, McCain y Obama se veían las caras en el segundo debate presidencial, celebrado en Nashville, Tenessee. Moderado por el periodista de la NBC Tom Brokaw, el debate contó con un formato distinto al de los anteriores enfrentamientos, el llamado "Town Hall meeting": los candidatos respondieron a preguntas tanto de los 80 espectadores presentes como propuestas a través de Internet.
McCain ha perdido el liderazgo en las encuestas que tenía hace tres semanas, y el formato de este debate era el más apropiado para él. A McCain no se le dan bien los discursos, un terreno que domina Obama, y se encuentra mucho más cómodo cuando tiene a los espectadores cerca.
Sin embargo, McCain parecía demasiado incómodo y tenso durante el debate, como afirmaba Robert Kaiser, editor de Washington Post. Obama tenía que demostrar para muchos que puede inspirar cercanía a la audiencia, tanto en sus gestos como en el lenguaje empleado anoche o en su apariencia "presidencial". Y para muchos lo consiguió.
Según la encuestas de las cadenas de televisión CNN, CBS y FOX, Barack Obama venció el segundo debate de la carrera presidencial.
La última semana de campaña electoral ha estado repleta de ataques a la figura del candidato contrario, sin entrar en temas específicos que preocupen a los norteamericanos. Mientras Sarah Palin afirmaba que Obama se reúne con terroristas, la campaña demócrata lanzaba un vídeo en la red —que ya han visto un millón de personas—, sobre los vínculos de McCain con empresas de Wall Street.
Los candidatos dejaron este tipo de ataques a un lado en su segundo round (habrá un tercero, el próximo miércoles). Pero no faltaron lo que los medios gustan en llamar "punches", como si de boxeadores se tratara. McCain aprovechó la primera ocasión: "Me alegro de estar aquí con usted, Senador Obama, en un Town Hall meeting". El republicano recordaba con sarcasmo el rechazo de Obama a participar en diez encuentros como éste al comienzo de la campaña.
Obama no respondió a este ataque y basó la primera mitad del debate a exponer con claridad cuál es su propuesta para "rescatar" a los ciudadanos de la crisis. El candidato demócrata explicaba la crisis y las posibles soluciones como si lo hiciera para un grupo de escolares. Y a más de uno pudo hacerle un favor.
Para despejar dudas sobre su plan de rescate, Obama explicó que su objetivo de reducir impuestos a todas las familias con ingresos inferiores a 250.000 dólares al año afectaría al 90% de la población.
La simplicidad de sus respuestas es uno de los argumentos para darle la victoria en este debate. Sus ataques a las posturas de McCain y el hecho de que gran parte del enfrentamiento se centró en la economía —un tema desfavorable para el republicano—, también le ayudaron. Cuando llegó la pregunta sobre política exterior, y en respuesta al ataque del republicano por su falta de experiencia y por no apoyar el envío de tropas a Irak, Obama contestó: "Claro que entiendo nuestra política exterior, lo que no entiendo es por qué fuimos a una guerra en la que todavía seguimos endeudados".
Una de las preguntas protagonistas de la noche fue también una de las más breves. ¿Usted qué considera el acceso a un seguro médico: un derecho, un privilegio o una responsabilidad? Después de que McCain explicara que para él es una responsabilidad de cada norteamericano, Obama hizo que el termómetro que mide las reacciones de la audiencia en de la CNN subiera a sus niveles más altos. "Yo creo que es un derecho".
Obama explicó que, para él, el hecho de que su madre muriera de cáncer a los 53 años y pasara sus últimos días en el hospital peleándose con la compañía del seguro médico significa que en Estados Unidos algo no funciona. "En un país rico como éste, la sanidad tiene que ser un derecho", afirmó el senador demócrata.
Hillary Rosen, comentarista de CNN, recordaba tras el debate que Bill Clinton ganó las elecciones de 1992 hablando únicamente de economía y del acceso a la sanidad. Después de 16 años, el sistema sigue sin funcionar y los americanos vuelven a tener la misma preocupación.
Ambos candidatos han repetido las mismas posturas que defendían las pasadas semanas. Para Mike Dunkan, presidente del Comité Nacional Republicano, la ventaja de Obama en las encuestas no quiere decir nada. Anoche recordaba que si alguien ha cambiado el curso de esta campaña ha sido John McCain, que dio la vuelta a las encuestas después de la convención.
La campaña sigue estando igualada. En un par de días Obama se puede escapar en un estado clave o McCain le puede recortar ventaja hasta igualarle. Como afirmaba el republicano Dunkan anoche: "28 días son una eternidad".
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