Londres.- El anuncio del Gobierno irlandés de que garantizará en su totalidad durante los dos años próximos los depósitos de los seis grandes bancos del país aumenta la presión sobre el británico para que tome una medida similar.
Las seguridades ofrecidas el martes por el primer ministro, Gordon Brown, en el sentido de que su Gobierno garantizará los depósitos bancarios hasta un total de 50.000 libras (unos 63.000 euros) en lugar de las 35.000 libras (44.000 euros) actuales no es suficiente, advierten los directivos del sector.
La banca británica está seriamente preocupada por una fuga de ahorros en dirección a Irlanda si Londres no sigue el ejemplo de Dublín.
Según la prensa británica, más de un tercio de quienes tenían depósitos superiores a 35.000 libras en el banco Bradford & Bingley retiró su dinero la pasada semana antes de que el Gobierno laborista interviniera para nacionalizarlo.
Los directivos de una serie de bancos británicos han comunicado discretamente al Gobierno que la desconfianza en el sistema está llevando también a sus clientes a retirar sus ahorros.
Sin embargo, como señala hoy el diario "The Independent", ningún banco quiere pedir en público que el Gobierno garantice plenamente los depósitos ya que, por el simple hecho de hacerlo, dispararía los rumores de que el banco en cuestión está perdiendo clientes.
El líder liberal-demócrata, Nick Clegg, instó el martes a Gordon Brown a seguir el ejemplo de Irlanda, que ha decidido proteger todos los depósitos minoristas y comerciales, además de parte de la deuda, lo que equivale a una garantía por un total de 400.000 millones de euros, más del doble del PIB de esa República.
El dinero depositado actualmente en los bancos y las entidades de crédito hipotecario del Reino Unido representa más de dos billones de libras (cerca de 2,6 billones de euros), lo que equivale a una vez y media el Producto Interior Bruto de este país.
De ahí que Londres se muestre reacio a ofrecer una garantía semejante a los bancos británicos.
Además, según el Financial Times, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, se resistirá con seguridad a una iniciativa de ese tipo porque representa un "nivel inaceptable de riesgo moral".
Según la Asociación de Banqueros Británicos, tras la decisión de Dublín, los bancos británicos que compiten en Irlanda del Norte se enfrentan a una competencia desleal y esto es algo que tiene que resolverse a nivel europeo.
También la Asociación de Entidades de Crédito Hipotecario ha advertido de que la garantía irlandesa perjudica a sus miembros.
Por su parte, el ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, ha pedido a la Comisión Europea que estudie la posibilidad de aplicar garantías similares en todo el territorio de los Veinticinco.
A propósito de la crisis actual, los analistas recuerdan lo ocurrido en Suecia a raíz del estallido de una burbuja inmobiliaria a comienzos de los años noventa.
A finales de 1992, el Gobierno sueco ofreció una garantía a todos los ahorradores con depósitos en los bancos de que su dinero estaba a salvo, garantía que estuvo vigente cuatro años.
Como segundo paso se lanzó Securum, un banco público en el que se volcaron todas las deudas incobrables o de difícil cobro y al que el Gobierno dio un plazo de quince años para que se deshiciese de eso que ahora llaman "activos tóxicos".
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