El borrador del plan de rescate que probablemente apruebe el Congreso estadounidense esta tarde tiene 110 farragosas páginas. Tres están específicamente dedicadas a limitar las indemnizaciones que deberían cobrar los altos ejecutivos de empresas que se han arruinado. Todo el mundo pide la cabeza de empresarios multimillonarios que han llevado a la ruina a sus compañías. Pero las fuerzas políticas de Estados Unidos se reúnen a salvar la economía y les dedican tres páginas a quienes muchos consideran los culpables.
Estas tres páginas explican que allí donde tenga que meter mano el Gobierno, ningún alto ejecutivo va a cobrar una indemnización por perder su trabajo. O no mientras la gestione el Estado. Tal y como cuenta el documento, en las empresas intervenidas se establecerán límites a las compensaciones, eliminando los incentivos para los ejecutivos que asuman riesgos excesivos e innecesarios que amenacen el valor de la institución financiera. Es una forma de evitar situaciones como los créditos de riesgo, que se daban -en la época de vacas gordas- sin garantías de poder cobrarse. Teóricamente, esto debería brindar más seguridad y por tanto estabilidad. Pero el propio borrador pone los límites: sólo mientras esté intervenida por la Secretaría del Tesoro. O sea, que después puede volver a ser jauja.
Durante el mismo periodo se prohíbe a las instituciones controladas que paguen ninguna 'golden parachute' (cláusulas de blindaje en caso de despido) a sus ejecutivos y además obliga a la entidad financiera a crear un fondo de compensación para recuperar cualquier prima que se haya pagado por conseguir unos beneficios teóricos que posteriormente se han probado falsos.
Para rematar, si el Gobierno decide que la mejor forma de intervenir en una entidad financiera es subastar sus bienes, y el valor de esta subasta excede los 300 millones de dólares, la empresa no puede hacer ningún nuevo contrato con altos ejecutivos que incluyan una 'golden parachute'.
No parecen unos límites muy exigentes para personas que se han hecho más que multimillonarias asumiendo los riesgos que han llevado a las empresas a la ruina. ¿Sería más justo exigirles que lo devuelvan? ¿Te parece apropiado conservar intactas las indemnizaciones que ya se han pagado?
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