Estado de Oklahoma ejecuta al asesino de una niña

Washington.-  Un hombre bígamo que en 1991 asesinó a una niña de 11 años y trató aparentemente de emular a Charles Manson, fue ejecutado hoy en la penitenciaría de McAlester, en el estado de Oklahoma.

"Jessie James Cummings recibió una inyección letal a las 22:00 GMT por el asesinato de Melissa Moody Mayo y su muerte fue constatada 11 minutos después", dijo a Efe un portavoz de la penitenciaría.

Cummings, de 52 años, también había sido declarado culpable y sentenciado a muerte por asesinar a su hermana, Judy Mayo, pero la condena fue anulada por un tribunal de apelaciones, indicaron fuentes judiciales.

Mayo y su hija vivían con Cummigs y las mujeres Juanita y Sherry Cummings, con las cuales el condenado estaba legalmente casado, en un sector rural del condado de Choctaw.

Según los fiscales, Cummings abusaba física y mentalmente de las mujeres en un intento de ejercer un estricto control.

"Al parecer Cummings trataba de emular a Charles Manson en sus esfuerzos por dominar y quebrar la autoestima de las mujeres y sus niños mediante golpes y amenazas", señalaron los fiscales en una carta en la que pidieron que las autoridades le negaran clemencia.

Manson era el líder de un grupo de San Francisco que en 1969 mató a siete personas, incluyendo la actriz Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski.

Manson y la mayoría de sus seguidores fueron condenados a muerte. En 1972 el estado de California abolió el castigo, lo que significó una conmutación a cadena perpetua.

Según los fiscales, en septiembre de 1991 Cummings ordenó que sus esposas mataran a Judy Mayo y que mantuvieran cautiva a Melissa.

Posteriormente, el hombre llevó a la niña a una zona rural donde la mató a puñaladas y sepultó su cuerpo.

Tres años después Juanita Cummings confesó su participación en el asesinato de Judy "porque estaba convencida de que ella sería la próxima víctima", dijo uno de los fiscales.

Juanita Cummings fue condenada a cadena perpetua y Sherry Cummings a 35 años de cárcel por complicidad.

Sin embargo, hasta el último minuto los abogados de Jesse Cummings alegaron que su cliente era inocente y que el dictamen de culpabilidad se había basado sólo en el testimonio de sus dos esposas.