La aviación regional española suma 40 cierres en 20 años, la mayoría en Baleares

Madrid.-  Los problemas de Futura y la reducción de trayectos decidida por Lagun Air ponen de manifiesto las dificultades por las que atraviesa en España la aviación comercial regional, que ha acumulado 40 cierres en los últimos 20 años, la mayoría en Baleares.

También Canarias ha registrado numerosos cierres, pero es Baleares la que aglutina más experiencias de este tipo, una comunidad en la que actualmente se mantiene como aerolínea regional AEBAL, propiedad de la compañía escandinava SAS, aunque con un proceso de venta en ciernes.

La primera aerolínea en cerrar fue la histórica Spantax, que tenía su sede en Palma de Mallorca; operó vuelos chárter y regulares entre 1959 y 1988 y que, según fuentes del sector consultadas por EFE, fue la que abrió el camino de la aviación a diferentes compañías aéreas en el archipiélago balear.

Otra compañía con sede en la capital balear fue Hispania, dedicada a vuelos chárter desde Baleares a diferentes destinos europeos, y que, fundada en 1982, dejó de operar en julio de 1989.

Entre 1990 y 2000, no sólo en Baleares aparecieron y cerraron aerolíneas, sino también en la cornisa cantábrica y en Cataluña.

En 1991, la Dirección General de Aviación Civil decidió no renovar la licencia de vuelo de Canáfrica (Airsur), y en 1992, de Meridiana, resultado de la fusión entre Universair y Línea Aérea Canarias.

Igual ocurrió con la vitoriana Euskal Air Not Jet que, tras una serie de problemas con la multinacional irlandesa Guinness Peat Aviation, que le alquilaba los aviones, echó el cierre el 13 de febrero de 1992.

Entre 1994 y 1999, dejaron de operar otras nueve aerolíneas regionales, entre ellas Centennial (1996), Oasis Airlines (1996) y BCM (1998).

A ellas se unieron Prima Air (1996), que operaba en la cornisa cantábrica; Intermediación Aérea (1997), que volaba entre Gerona y Madrid, y Air Truck (1997), que enlazaba Mallorca con las capitales vascas y Santander y que estaba asociada con Líneas Aéreas de Navarra.

Entre Melilla y Málaga volaba la compañía Pauknair que, tras sufrir un accidente en el que perdieron la vida 38 personas, dejó de operar en 1998.

Viva Air, filial de vuelos chárter de Iberia, cerró su actividad el 22 de octubre de 1998, lo mismo que Aviaco, que fue incorporada a la entonces aerolínea de bandera en 1999 y sus aviones pintados con los colores de ésta.

Pese a estos fracasos aéreos regionales, la constitución de compañías de aviación se ha mantenido durante los ocho primeros años del siglo XXI.

Prima Air (Líneas Aéreas del Arco Atlántico), con sede en Santander y Galicia, duró poco, cerrando a principios de 2000; lo mismo que la vitoriana ERA, Canarias Regional Air y Air Class.

En 2001, interrumpe sus vuelos Andalusair, que con sede en Málaga había intentado romper el monopolio de Binter Mediterráneo, y en 2003 dejan de operar Air Catalunya -que volaba entre Gerona y Madrid-, Air Almeria y South Atlántic.

En 2005, cierra Regional Wings, que operaba entre las islas del archipiélago balear.

También en 2005 deja de operar la canaria Visig Operaciones, y en 2006, Air Madrid, compañía de vuelos transoceánicos de bajo precio a la que el Ministerio de Fomento retira la licencia por sus fallos en seguridad.

Un nuevo intento en el norte de España es el de Air Asturias, que apenas dura tres meses, entre noviembre de 2006 y enero de 2007.

En la actualidad, atraviesan una situación muy complicada, la chárter Futura, con sede en Palma de Mallorca, que ha presentado un plan de viabilidad ante Fomento, y Lagún Air, con sede en León, que quiere ser la compañía regional de Castilla y León y que ha eliminado trayectos.

También está en una difícil situación Spanair, que ha presentado un expediente de regulación de empleo y un plan de viabilidad.