Aires juveniles e innovadores con Vaudelert, Sita Murt y los hombres de Abril

Madrid.-  Aires juveniles, desenfadados y muy innovadores en la penúltima jornada de Cibeles Madrid Fashion Week con la colección primavera-verano del debutante Nicolás Vaudelet, que inundó la pasarela de color con sus prendas de estilo mozárabe, la frescura de Sita Murt y la apuesta masculina de Josep Abril.

Se agradecen en la pasarela debutantes como Vaudelet, con una colección para la próxima temporada innovadora, bien trabajada y totalmente alejada de lo visto hasta ahora en Cibeles, con la que nos traslada a los orientalistas del siglo XIX, a los hombres del desierto y a la ornamentación mozárabe como base de sus prendas.

Triunfan los pantalones tipo harén, los pitillos extralargos arrugados en el tobillo, las túnicas chilabas, capas moriscas, saharianas, cafetanes y chaquetas desestructuradas, en una colección con dos claras líneas en la paleta de colores: los blancos, los negros y los tonos piel con detalles de plata y los colores ácidos de los azulejos mudéjar.

El cachemir, la seda, el lino y el algodón son la base de Vaudelet, fichado por El Caballo para realizar una ambiciosa estrategia de renovación de la firma tras su paso por las prestigiosas casas de moda francesas Lacroix o Gaultier, en una línea que pretende modernizarse sin perder sus raíces.

En sus complementos destacan los maxibolsos tuareg en piel natural con enormes flecos, las carteras inspiradas en alforjas de camello, las babuchas y las gorras saharianas, en una original colección juvenil que alcanzó su máxima expresión con un vestido nupcial de amplio vuelo.

Compartió pasarela Vaudelet con María Lafuente, cuyos blancos impolutos llenaron la pasarela en vestidos, camisas, pantalones y americanas siempre con toques dorados, y en los que, combinados con rosas suaves, introduce serigrafías estampadas con referencias chinas.

Con el mismo estilo fresco y desenfadado que Vaudelert, se presentó Sita Murt con una colección para una mujer viajera y sofisticada que representa el espíritu de los setenta en la que juega con las transparencias y las superposiciones en colores fuertes, como el turquesa o el amarillo cítrico, en linos y algodones sabiamente mezclados con un punto muy trabajado en calados y transparencias.

En sus vestidos, la diseñadora introduce amplios volúmenes, pliegues y drapeados que cubren el cuerpo, como los dos lucidos por su amiga la actriz Gala Évora, con quien salió a saludar al final del desfile.

El diseño masculino llegó a Cibeles de la mano del catalán Josep Abril, quien viste al hombre con colores evidentes como el negro o el malaquita y los sugerentes perla, agua y blanco.

El diseñador utiliza para sus trajes sastre, sus gabardinas y sus pantalones el algodón, el nylon, el lino, el bambú y la lana fría, cuyos complementos son siempre en azul.