Pekín.- El castellonense Vicente Arzo ha coronado en Pekín, con una medalla de plata en la contrarreloj de ciclismo manual, toda una vida dedicada al deporte adaptado, en la que, antes de su nueva "vocación", practicó, y con éxito, atletismo, levantamiento de pesas, natación y atletismo en sillas de ruedas.
"El deporte ayuda muchísimo en situaciones como la mía. Te hace sentirte mejor tanto físicamente como psicológicamente y tener un objetivo por el que luchar", estima Arzo, en una entrevista concedida a Efe.
Natural de La Vall d'Uixó, Arzo, de 45 años y que sufrió a los 19 la amputación parcial de ambas piernas al estallarle una bomba mientras cumplía el servicio militar, luchó hoy por otra medalla en la prueba de fondo en ruta, pero se tuvo que conformar con el cuarto puesto tras pagar el esfuerzo una vez superado el ecuador de la carrera.
"No siempre se gana. Me voy muy contento con la plata de la contrarreloj. Hay que tener una actitud positiva", explica.
Y Arzo la ha tenido siempre. Tres años después del accidente comenzó a practicar atletismo y se proclamó campeón nacional de lanzamiento de disco, además de lograr el subcampeonato en lanzamiento de jabalina y el bronce en lanzamiento de peso.
De ahí pasó al levantamiento de pesas y de ahí, en 1992, a la natación, deporte en el que, centrado en la mariposa y el estilo libre, consiguió doce títulos nacionales y seis récords de España además de un bronce en el Mundial de Malta de 1994.
Tras un parón de cinco años a partir de 1996 debido a que "estaba cansado de tener que intentar ganar siempre", una mentalidad que no le gustaba, Arzo regresó a la pista de atletismo, pero esta vez sobre una silla de ruedas, con la que volvió a proclamarse campeón de España de maratón y media maratón y a establecer nuevas plusmarcas nacionales en los 100, 200 y 400 metros y fue paralímpico en Atenas 2004.
"Para entonces ya tenía puesta la cabeza en el ciclismo manual", admite Arzo, quien ha sido, además de la plata lograda en Pekín 2008, campeón nacional, una vez plata y otra bronce en Europeos y otras dos veces bronce en Mundiales en este deporte.
"Siempre he sido un culo inquieto. Me gusta cambiar, probar... Pero creo que ahora he encontrado por fin mi deporte. El ciclismo manual es el deporte que más me ha llenado y con el que más he disfrutado, además de ser el que más éxitos me ha reportado", ilustra Arzo, que ya era "muy deportista" antes de sufrir el accidente.
El castellonense, aficionado a los deportes de motor y amigo del motociclista Álex Debon, añade que el ciclismo manual, a diferencia de los anteriores deportes que practicó, le da "libertad".
"Me gusta por eso. Puedes entrenar en la carretera con más gente, hacer recorridos diferentes cada día, salir en grupo por rutas verdes, participar en marchas cicloturistas... Y, por supuesto, me gusta por la velocidad", detalla.
Arzo, casado y con hijos, puede dedicarse al deporte "al cien por cien", ya que recibe una pensión por el accidente sufrido, además de una beca del Plan ADO y la ayuda de algunos patrocinadores, "que van entrando poco a poco", y no piensa, por el momento, sorprender a sus allegados con un nuevo salto a otra disciplina.
"No puedo decir que no vaya a cambiar, pero de momento no", asegura, con una sonrisa en el rostro. "Tengo en mente el Mundial de Sevilla del año que viene. A ver si nos podemos preparar bien para ganar. Luego ya dependerá de cómo me vea", añade.
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