No te engañes, la ropa no adelgaza

Así que… ¿ahora resulta que las rayas verticales no hacen más delgado? Lo sospechaba. Sólo hay que ver al bueno de Obélix, que lucía esos pantalones convencido de que le hacían parecer más delgado. También me acordaba de la piel de la sandía, que no por muchas rayas verticales que tenga consigue parecer más fina. Esta nueva teoría nos hace acordarnos de otros muchos falsos mitos sobre prendas que estilizan más o menos, y de otros que son verdades como templos y que muchos se pasan por el forro.

Para empezar, tenemos que asumir una cosa: a las personas muy delgadas, cualquier prenda les hará parecer eso: delgadas. ¿O acaso esta modelo con un vestido de rayas horizontales parece más gorda? La misma Agyness Deyn confirma esta teoría de que, donde no hay curvas, nada engorda.

En realidad, hay prendas que ofrecen un efecto óptico de anchuras mucho más desolador que las llamativas rayas. Por ejemplo, los vaqueros de colores muy intensos pueden provocar un efecto pandero en alguien tan macizo como Rihanna, aunque en el palo de escoba que es Victoria Beckham no hay ningún volumen de más perceptible. Lo mismo le sucede a la Posh con los jeans blancos, una prenda que no favorece a prácticamente nadie y que a ella no le hace parecer ni medio centímetro más gorda. Claro que esto en realidad depende de las dimensiones del muslo de la portadora.

Las prendas brillantes, claras y/o ajustadas también hacen un gordo favor a quienes las llevan. Nunca me atrevería a decir que Jennifer López tiene el culo gordo, pero que me aspen si con este vestido rosita palo e híperceñido no parece que le falta tela y le sobra pandero. La no menos sensual Beyoncé tampoco suele acertar mucho cuando elige piezas tan ajustadísimas, pálidas y con brillo que le añaden unos volúmenes que en realidad no debe tener. Más que resaltar sus curvas, las amplía malamente. Sin duda, con un vestido algo más suelto no sólo parece que respire mejor, sino que incluso parece más delgada. Ojito las que huyen de la ropa ancha, es otro mito que puede hacer mucho daño. Una camisetilla floja puede ocultar con solvencia el peor de los michelines.

Con los panties también podemos adelgazar y engordar como por arte de magia. Nuestras piernas siempre parecerán más delgadas con unas medias negras y semitransparentes, las más favorecedoras del mundo en general para todas las tallas y tamaños. Cuanto más claros, más volumen, y de nuevo recurrimos a Beyoncé, cuyas torneadas piernas parecen más anchas debido al color perlado y brillante de sus panties. El grosor del tejido también cambia el efecto óptico: más tupidos, menos favorecedoras hasta en las piernas más flacas, es decir, las de las modelos. Cuidado con el color carne, que hay gente que piensa que también adelgaza y nada más lejos de la realidad. Produce el efecto "medias de enfermera" tan poco deseable.

Aunque las medias negras siempre son la mejor opción, cuidado si llevan spandex, porque su brillo termina por aportar unos kilos extras en cuanto no se está en los huesos.

Otro error es pensar que, por llevar los vaqueros más anchos, pareceremos más delgados. Pues bien, no a todo el mundo le sucede este efecto, porque incluso a una pareja tan perfecta como Tomkat les hace parecer misteriosamente achaparrados, algo que sorprende especialmente en ella. En esta otra imagen vemos a Jennifer Aniston con boyfriend jeans que, por el contrario, sí parece más estilizada. ¡Cuidado! No a todo el mundo le hacen más flacos los pantalones simplemente porque se le caigan.

¿El estampado hace más gordo? Hombre, no es el color negro que es el que más estiliza; como muestra, una siempre preocupada por su sobrepeso Kelly Osbourne consigue parecer más esbelta con un largo y liso vestido negro. Sin embargo, no se puede ser tan radical con los estampados; si los elegimos en colores discretos y la prenda tiene un diseño que se adapta a las formas de una manera elegante, también podemos comprobar que favorece muchísimo.

Luego siempre hay excepciones que pasan totalmente de cualquier mito, sea verdad o no. Quizás la que más al extremo ha llevado esto de no seguir ninguna indicación estilística, -y encima quedando bien-, es Beth Ditto, la cantante de The Gossip. La hemos visto enfundada en piezas tan peligrosas como un mono de lamé morado brillante, vestidos estampados bien llamativos o azul eléctrico, todo ello sin despeinarse. Sí, ella es gorda y lo sabe, así que en vez de intentar disimularlo de una manera infructuosa a lo Kevin Smith, prefiere hacer alarde de ello.

* Ana Serrano es nuestra colaboradora de moda y belleza.