Joliet (Illinois.- Joliet (Illinois, EEUU), 7 sep (EFE).- El brasileño Helio Castroneves mostró toda su clase y ganó la carrera del domingo en Chicagoland con el final más cerrado en la historia de la serie IndyCar, pero el triunfo no fue suficiente para quitarle al neozelandés Scott Dixon su segundo campeonato.
Una vez más, Castroneves remontó desde el último lugar para ganar la Indy 300 de Chicago, pero Dixon, tenía todo a su favor con sólo conseguir un octavo puesto para asegurarse el título del año.
Consciente de esa realidad, Dixon tomó la punta con una parada perfecta en los pits en la fase final de la carrera y casi le quita la victoria a Castroneves, cruzando la meta a centímetros del corredor brasileño.
Fue la revancha de Dixon, que perdió la carrera y el campeonato del año pasado ante Dario Franchitti en la pista Chicagoland, cuando se quedó sin combustible a dos vueltas del final.
El neozelandés Dixon se convirtió en el cuarto ganador consecutivo de las 500 de Indianápolis en llevarse el campeonato de la serie, después de Dan Wheldon, Sam Hornish hijo y Franchitti.
"Creo que ha sido una larga temporada y espera hasta conseguir el gran objetivo del campeonato", comentó Dixon. "Nunca sentí que podría quedarme sin el título".
El campeón le dio al equipo Target Chip Ganassi Racing su sexto campeonato para monoplazas, incluyendo cuatro en la difunta serie CART/Champ.
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