Me van a perdonar, pero temo que ustedes son unos telespectadores de medio pelo. Es decir, que no tienen puñetera idea ni de identidades visuales, ni de packaging estratégico, ni de símbolos metafóricos, ni de descomposición de proyecciones, ni de marcas madre, ni de diseño de branding, ni de degradados de tonos sólidos, ni de hostias. Y les voy a decir por qué sospecho que son unos ignorantes audiovisuales, unos analfabetos de la estética y unos zoquetes de la comunicación. Contesten: ¿Qué ven ustedes en el dibujico que hay justo al lado de este texto? Un uno blanco sobre una mancha azul, ¿verdad?
Pues no señores. ¿Ven como son un atajo de zopencos sin preparación? El numerito sobre el borrón es, según la web de TVE, "la luz que simboliza renovación y proyección hacia el futuro: es energía, movimiento y fuente de vida. Implica pluralidad y expresa calidez y cercanía. Es, por primera vez en la historia de RTVE, una única imagen matriz, de la que surgen las de todas las sociedades".
No me digan ustedes, porque no les creería, que no se han inspirado jamás en la luz como idea central y metáfora de movimiento y renovación. Yo, por ejemplo, cuando voy a hacer de vientre siempre enciendo la luz del baño. Creatividad. Pues que sepan que el numerito sobre la salpicadura es nada más y nada menos que la nueva mosca de la televisión pública, su nueva imagen corporativa, un trabajo de primera categoría encargado a una de las más prestigiosas (e imagino que caras) consultoras de marca de nuestro país: SUMMA. Los resultados, la verdad, son espectaculares.
Después de ver este vídeo no puedo sino estar de acuerdo con las palabras de los nuevos dirigentes de TVE: la nueva imagen corporativa "refleja los cambios introducidos en la Corporación a lo largo de su primer año y medio de existencia".
Así las cosas, y partiendo de un concepto visual tan brillante, debe ser fácil construir una buena televisión pública. Sobre todo si esa radiante modernidad le suman la aniquilación de ese lastre antediluviano llamado 'patrimonio humano'. Es decir, a la manchurrilla con el uno añádanle la construcción de un puente de plata para los trabajadores veteranos. Ya saben, esos vagos con trienios que, como Maldonado (un saludo para el hombre del tiempo) no aportaban nada a un proyecto tan moderno, innovador y progresista como el actual.
Podría contarles muchas cosas sobre el ERE, y sobre el valor de la experiencia en los medios de comunicación (y en la vida), pero me limitaré a recomendarles algo que ya está escrito. Un texto perfecto de Rosa María Artal publicado el pasado jueves 21 de agosto en el diario El País: 'Las barreras de la edad'.
John Mellencamp
Cd: Life, Death, Love and Freedom
Hear Music
John Mellencamp, antes conocido como John Cougar, es un corredor de fondo con 21 discos a sus espaldas. En Estados Unidos es una leyenda, pero en Europa aún se mantiene a la sombra de Springsteen, como un clónico que surgió en 1976 y no termina de independizarse y ascender a primera división.
Gran error. Mellencamp tiene discos memorables (algunos mejores que los malos del boss, que los tiene) y de un tiempo a esta parte se ha convertido en una garantía, un valor seguro. Blues, rock y Americana forman la columna vertebral de unos discos que, en esta recta final de su carrera, jamás decepcionan.
El rocker de Seymour (Indiana) ha alcanzado la madurez. Desde aquel 'Nothin' Matters and What If It Did' de 1980, todos y cada uno de sus trabajos contienen grandes canciones. Es un clásico, y en su nuevo disco derrocha energía, guitarras, y toda la vitalidad de los grandes cantautores eléctricos.
De su ultimo disco, una gran canción: My Sweet Love
Su primer gran tema: Jack And Diane
Our Country
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