Pekín.- El vacío con el que se encontraron en Pekín el triatlón, el atletismo y el judo español, entre otros, el gris papel del fútbol de Brasil y el final del dominio estadounidense en el global del medallero, fueron algunos de los sinsabores generados en el transcurso de los XXIX Juegos Olímpicos.
Ninguno de los reveses encajados por el deporte de España fue tan sonoro como el de Javier Gómez Noya en triatlón y el atletismo español, que se quedó fuera del medallero por primera vez en veinte años.
Gómez Noya y atletas como Mario Pestano o Paquillo Fernández eran apuestas seguras. Deportistas con escaso margen de error en sus respectivas modalidades. Que habían arrollado en cada acontecimiento de la que había formado parte. Se marcharon de vacío de Pekín, fuera de las posiciones de podio.
Gómez Noya dominó su prueba pero fue rebasado en los metros finales por el alemán Jan Frodeno. Quedó cuarto el gallego. Un puesto por delante de Iván Raña, cumplió su papel después de que formara parte de las decepciones de Atenas 2004.
El atletismo también forma parte de los sinsabores de los Juegos Olímpicos. Salió de vacío de Pekín. A pesar de formar parte de los cálculos en el medallero español. Batió en Pekín su récord de finalistas en unos Juegos Olímpicos, con once, pero regresó a los tiempos de Seúl'88, sin presencia en el medallero por primera vez en las cinco últimas ediciones.
El presidente de la Federación Española, José María Odriozola, no quiso hablar de fracaso, sólo de decepción, porque el objetivo máximo consistía, según dijo antes de los Juegos, en "superar el mito de Barcelona'92", donde el atletismo español alcanzó su récord de cuatro medallas.
Paquillo Fernández, Mario Pestano y, en menor medida, Manolo Martínez fueron algunos de los sinsabores más llamativos del 'Nido de Pájaro' de Pekín.
Mario Pestano, plusmarquista nacional de lanzamiento de disco que tan sólo pudo ser noveno en la final olímpica. "Llamadlo como queráis. No sé ni cómo llamarlo", indicó Pestano a la prensa en el estadio olímpico, donde se mostró triste e incluso "defraudado" consigo mismo por no haber podido estar donde debería por sus marcas, en la lucha por la victoria.
Paquillo Fernández, el atleta más seguro de España en la lucha por las medallas desde que se proclamó en Múnich campeón de Europa en 2002, falló en su objetivo de conseguir su séptima medalla consecutiva en grandes campeonatos.
Su séptimo puesto en la final olímpica de 20 kilómetros marcha le devuelve a la frustración de Sydney 2000, donde obtuvo idéntico puesto un año después de haber terminado en un decepcionante decimoquinto en los Mundiales de Sevilla'99.
El leonés Manuel Martínez estaba tremendamente "desilusionado" por haberse quedado fuera de la final de lanzamiento de peso al no haber "sabido estar a la altura". Dejó abierta la puerta a la retirada.
En judo, La selección española despidió de Pekín 2008 sin medallas, como ya le ocurrió hace cuatro en Atenas, aunque con tres diplomas olímpicos que no logran resarcir a los españoles de la decepción de no haber vuelto al podio en el que lucieron en Barcelona'92, Atlanta'96 y Sydney'00.
Las magníficas instalaciones del Gimnasio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pekín quedarán en el recuerdo de los españoles con la amargura de haber cerrado en ellas dos ciclos olímpicos sin podio.
Los seis judocas del equipo nacional que tomaron parte en los combates disputados en la capital china, Leire Iglesias, Esther San Miguel, Isabel Fernández, Ana Carrascosa, Oscar Peñas y David Alarza, llegaron avalados por sus buenos resultados internacionales, pero ninguno de ellos pudo ratificarlos.
Esther San Miguel, en menos de 78 kilos, y Leire Iglesias, -70kg., finalizaron quintas; Ana Carrascosa fue séptima e Isabel Fernández, novena, mientras que Oscar Peñas perdió en primer combate de eliminatoria y David Alarza, lesionado se quedó en la repesca.
En natación, un finalista, Aschwin Wildeboer, sexto en los 100 espalda; una semifinalista, Nina Zhivanevskaya, en la misma distancia; y tres récords nacionales, dos de Wildeboer y uno del relevo 4x200 en las series fueron una cosecha muy pobre para la representación.
La felicidad de los Campeonatos de Europa de Debrecen (Hungría) de piscina corta y de Eindhoven (Holanda) y de los Mundiales de corta de Manchester del invierno pasado se acabaron en Pekín 2008 ante la crisis de resultados y varios nadadores criticaron al director técnico de la Federación Española, el italiano Maurizio Coconi, su política y su relación con ellos. Otros le defendieron.
La decepción más grande llegó en los 800 metros libre por causas ajenas a nuestra mayor esperanza de medalla en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Erika Villaecija, que sufrió un enfriamiento en la ceremonia de inauguración y tuvo hasta 39,1 de fiebre.
En cuanto al resto, no por advertida dejó de ser sorprendente la caída de la cima de Estados Unidos, que abandonó el primer lugar del medallero global en favor de China, coronado por primera vez como el país más laureado de los Juegos.
El cuadro norteamericano pagó el fracaso en asuntos como el atletismo o el boxeo. Especialmente en cuanto a los esprinters, donde la cosecha de medallas fue pingüe.
Tyson Gay, campeón mundial de 100 y 200 metros, fue uno de los fracasos sonoros. Quedó fuera de la final olímpica de la primera distancia al clasificarse quinto en la segunda semifinal con un tiempo de 10.05.
El fútbol de Brasil fue otro de los sinsabores. Asistidos por algunas de sus mediáticas estrellas, terminó con el bronce tras ser apeada del triunfo por Argentina.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.