Los 'cazadores de aviones', los primeros en informar

Nacho Palou fue ayer a Barajas "a ver aviones" con su hijo de un año. Al final del vídeo que grabaron aparecía una columna de humo cada vez más negra. Extrañado, el editor del que quizá sea el blog español más conocido, Microsiervos, llamó a otro de sus compañeros de blog, Álvaro Ibáñez, para preguntarle si estaba pasando algo. Ningún medio hablaba aún del accidente del vuelo JK5022 cuando este último twitteó sobre lo que contaba su amigo. Una vez más, y como ya va siendo habitual en una sociedad hiperconectada, los primeros en llegar, tomar imágenes e informar no fueron los periodistas, ni el SAMUR, ni los fotógrafos profesionales, sino los propios ciudadanos. Y muchos, en lugar de enviarlas a los grandes medios, han decidido compartir su información directamente y sin intermediarios a través de Twitter, Flickr y sus blogs.

En un país en el que existen ya más de cincuenta millones de móviles (la mayoría con cámara) y muchos nunca se separan de su equipo fotográfico tampoco es extraño el caso de Enrique Piris. Taxista, suele trabajar en la cola del aeropuerto madrileño, y siempre lleva su réflex en el coche. Ayer estaba a punto de recoger pasajeros pero al ver el humo abandonó la fila de la T4 y buscó un lugar desde donde poder fotografiar mejor los hechos. Sus imágenes de la operación de emergencia, tomadas hasta que la batería de la cámara se agotó y que compartió en cuanto pudo en Flickr, son similares a muchas de las que se han podido ver en la prensa.

"Planespotting"

En la conocida red social fotográfica también están disponibles las fotos del suceso conseguidas por los aficionados Ricardo Sanabria y Alfonso Silóniz, ambos practicantes del "planespotting". Es el nombre de lo que Palou denominaba "ver aviones", y que consiste -explica Javier Pedreira, el tercero de los editores de Microsiervos- en algo aparentemente tan sencillo como observar y fotografiar aeronaves. Rodeados de periodistas, curiosos y otros aficionados, en sus instantáneas aparecen decenas de camiones de bomberos, helicópteros y ambulancias.

"Estábamos todos [aficionados y profesionales] en el mismo sitio, y llevábamos el mismo equipo. Cuando veía las imágenes ayer en televisión me decía 'esa la tengo, y esa y esa'", explica Sanabria. Con el lugar del suceso tan alejado de las terminales, los accesos cortados y las imágenes tomadas por el SAMUR requeridas por los jueces, muchas de las instantáneas que se han visto provienen de un punto conocido por los cazadores fotográficos de aviones debido a su posición idónea para observar las pistas, y que resultó lo suficientemente cercano como para observar las labores de rescate pero no tanto como para encontrarse con la tragedia en primer plano.

Sin intermediarios

Pero si normalmente el "planespotting" se trata de un ejercicio amable inspirado por la fascinación que ejercen estas grandes máquinas sobre el ser humano, la sesión realizada el miércoles por estos aficionados fue bien diferente. Las emociones fueron de profesional y no siempre se está preparado para eso. Piris prescindió del turno de esta mañana alrededor del aeropuerto porque "la cabeza no se queda bien después de una cosa así" y hoy sufre "resaca mental", y Sanabria cuenta que por la noche, después de subir las fotos a la red, aún le temblaban las manos.

A Silóniz, en cambio, ejercer de "fotoperiodista" le provocó un "subidón de adrenalina". Atribuye el éxito de sus tomas, que han recorrido la blogosfera (al igual que las realizadas por el resto de los internautas citados en este artículo) al hecho de "haberlas subido rápidamente y de estar presente en servicios 2.0. Difundirlas por Twitter te da más visibilidad, igual que hacerlas Creative Commons. Si no utilizas esos medios es difícil que salgan de tu entorno privado. Antes para conseguir lo mismo hubiera tenido que enviarlas a los medios, algo que seguro que nunca hubiese hecho".