"Os mando este mail para pediros ayuda. Saco un disco nuevo de rancheras... Es un disco que he donado íntegramente (el 100% de los beneficios) a la Fundación del Padre Garralda que se ocupa de darle calidad de vida a cientos de niños con poca esperanza de vida... Como estoy harto de las compañías de discos, este cd lo he hecho yo solo y necesito toda la publicidad posible... Ayudadme a ayudar."
Este mail que recibíamos mucha de la gente que trabajamos en medios de comunicación venía firmado por Bertín Osborne y nos comunicaba que se autoeditaba un nuevo disco de carácter benéficio. Algo muy emotivo teniendo en cuenta lo sensibilizado que tiene que estar el cantante andaluz con los niños, debido a la enfermedad de su hijo menor.
Junto al de Bertín, otro disco benéficio se ha editado recientemente en Inglaterra. Se trata de la versión del clásico de Joy Division 'love will tear us apart' hecha por The Complete Stone Roses, un grupo de los llamados de 'homenaje' y cuyos miembros se dedican a actuar reproduciendo el repertorio de su banda favorita, en este caso los Stone Roses, y muchas veces imitándoles en su forma de vestir.
El carácter benéfico del disco de los Complete Stone Roses ha sido para luchar contra el cáncer. El grupo está especialmente involucrado con esta causa y ya en diciembre del pasado año ampliaron una noche más sus conciertos en Glasgow para donar lo recaudado en esa última actuación, donde apareció como invitado especial el ex Joy Division y New Order Peter Hook y con el que interpretaron la versión del éxito compuesto por Ian Curtis.
Si tenemos que hablar de discos benéficos la referencia clave es 'Do they know it's christmas?' (inglesa) y 'We are the world' (norteamericana). Menudas navidades del 84 nos dieron con la cancioncita de los ingleses y venga a pasar el vídeo por televisión y todos jugando a reconocer a los artistas. Que si la del pelo raro es Cindy Lauper, mira George Michael, las Bananarama qué feas con esas camisetas y que mal arregladas... Y así cada vez. En la primavera del 85 los americanos sacaron su réplica, que no iban a ser menos. 'We are the world', una canción compuesta por Michael Jackson y Quincy Jones cuando aún eran amigos y otra vez el vídeo de marras para reconocer famosos y todos en posición con las manitas aguantándose los auriculares y poniendo cara de mucha concentración al hacer su solo vocal.
Al final las dos potencias se unieron y en verano del 85 estallaba 'Live Aid', el macrofestival que bajo el manto protector de Lady Di (la fan número uno de Duran Duran en el mundo mundial) arrancaba dispuesto a marcar un antes y un después en la historia del pop. Los singles eran un éxito en ventas, el festival fue un llenazo y todos salieron ganando. Se consiguió llevar dinero para paliar el hambre que asolaba Etiopía y uno de los artífices de la idea del festival, el cantante Bob Geldof, que atravesaba horas bajas de popularidad, consiguió remontar su fama y fue nombrado Sir. Dicen que la caridad bien entendida comienza por uno mismo.
Es curioso que haya sido la segunda idea, la canción americana, la que fagocitara el éxito de la idea original, el single inglés, pero la historia a veces no se escribe con los verdaderos ganadores de las batallas.
La idea de Geldof no era nueva. Ya en 1971 las leyendas del rock se reunían en el Madison Square Garden a instancias del beatle George Harrison. La idea era recaudar dinero contra la miseria que asolaba Bangladesh. Con motivo del concierto se realizó un triple disco, presentado en una impactante caja que reproducía la foto de un niño famélico. Hoy, más de 30 años después de su salida, se reedita ese disco acompañado de un dvd con el concierto. En la carátula ahora hay una foto de Harrison, menos impactante y menos "molesta" para las mentes acomodadas que pueden poner objeciones a ver ciertas imágenes en los escaparates de las tiendas en una época en la que todos nos la cogemos con papel de fumar y casi ni respiramos para no ser políticamente incorrectos.
A finales de los 70 y en plena fiebre disco, Earth Wind and Fire, Donna Summer, Abba, Bee Gees o un incendiario Rod Stewart con una electrizante versión de 'Da ya think I'm sexy?' se juntaron en un concierto único para interpretar sus mejores éxitos del momento ('September', 'Chiquitita', 'Too much heaven'...) y recaudar fondos para Unicef. 'A gift of song' era el disco que recopilaba lo mejor del especial retransmitido por televisión a todo el mundo, España incluida, y que fue anunciado como un hecho histórico al reunir por primera vez a los mejores nombres del pop del momento.
Igual de solidarios, los rockeros americanos se juntaban ese mismo 1979 para protestar contra la amenaza nuclear de las centrales y concienciar a la población americana del peligro nuclear. 'No Nukes' está considerado como un pequeño resumen de lo que era el rock americano de los 70, al aparecer en el mismo escenario Poco, Tom Petty, Springsteen, Jackson Browne o los Doobie Brothers.
Tras el éxito del Live Aid se organizaron una serie de conciertos similares para todo tipo de ayudas. Entrábamos en la era del buen rollismo y el afán de limpiar las conciencias dando un poco de limosna para sentirnos mejor con nosotros mismos. Menos de medio año después del Live Aid se ponía en marcha Farm Aid, un concierto menos grandilocuente, pero con idéntica finalidad: salvar a gente de la miseria.
Organizado por Willie Nelson, John Mellencamp y Neil Young para ayudar a las familias de granjeros americanos que estaban perdiendo sus casas por malas cosechas y la crisis, todo surgió a raíz de un comentario de Bob Dylan en el Live Aid cuando dijo que sí, que estaba todo muy bien lo que estaban haciendo por Etiopía, pero que ojalá un poco de ese dinero fuese para ayudar a los que estaban a la vuelta de la esquina, a los granjeros americanos que muchos de ellos no tenían ni para pagar su entierro, porque los bancos se estaban quedando con sus casas y sus tierras dejándolos en la ruina por no poder devolver los créditos concedidos.
La organización Farm Aid sigue actuando hoy en día y aunque sus actos no sean tan multitudinarios ni se retransmitan vía satélite a todo el universo, en Estados Unidos sí que gozan de gran popularidad y se editan en dvd. Cada año el lugar del concierto va cambiando y el último celebrado, el de 2007, se hizo por primera vez en Nueva York y contó con las actuaciones de Mellencamp, Willy Nelson, Counting Crows y los Allman Brothers.
Otra organización que trabaja de manera muy activa con la música para recaudar fondos es la Red Hot. Abanderados de la lucha contra el sida, la organización Red Hot dio la campanada cuando logró reunir una serie de músicos, actores, artistas y directores y juntos crearon el audiovisual 'Red hot and blue', una increíble muestra de buen gusto y talento donde Keith Haring, Johnathan Demme, Win Wenders o Neneh Cherry, entre otros, transformaban el repertorio de Cole Porter en auténticas obras de arte. El disco y el vídeo se vendieron de maravilla, por lo sorprendente de su realización y la versión del 'I've got you under my skin' de Neneh Cherry es ya un clásico.
Fieles a su estilo de innovar, Red Hot ha seguido editando discos para luchar y alertar contra los peligros del sida. Lo ha hecho en el mundo de las discotecas con 'Red hot and dance', con George Michael, Madonna o Cristal Waters, entre otros. El mundo del jazz se refleja en 'Red hot and cool', donde fusionaban a artistas hip hop con clásicos jazzmen y se combinaba con un documental que reflejaba la amenaza de la enfermedad para la comunidad negra americana. También existen 'Red hot and country', que contó con un especial grabado en directo en el auditorio donde se celebraban las legendarias veladas del Grand Ole Opry, o 'Red hot and latin (silencio = muerte)', para concienciar a la comunidad latina con mezclas tan explosivas como David Byrne con Café Tacuba, las orientales Cibo Matto versioneando a Jobin o los Lobos con el colaborador de Beastie Boys, Money Mark.
Antes no había catástrofe que tuviese una respuesta inmeditaba por parte del artisteo en forma de single benéfico y vídeo con todos en el estudio de grabación haciendo el gestito de la manita aguantando los auriculares y el momento coral de dar palmas rollo viva la gente. Ahí están discos de versiones como el 'You never walk alone', editado en 1985 tras la tragedia al incendiarse el campo de fútbol de la ciudad inglesa de Bradford en que fallecieron más de 50 espectadores y resultaron heridos más de 300; 'Let it be', grabado en 1987 como homenaje a las víctimas del hundimiento del barco que les transportaba de Bélgica a Inglaterra, o 'Ferry cross the Mersey', recordatorio para otro suceso en un campo de fútbol: el de Sheffield, donde un montón de hinchas murieron aplastados contra las vallas de seguridad mientras se celebraba un partido.
En Inglaterra existe una asociación llamada Comic Relief, que todos los años convence a músicos para grabar discos con duetos imposibles. Estos singles tienen bastante éxito y suelen llegar a puestos importantes de las listas, con lo que supone eso de recaudación para una sociedad que intenta crear un mundo justo sin pobreza a través del humor como pensamiento positivo.
Creada en 1985 por un grupo de humoristas, Comic Relief ha editado singles superventas como la versión de 'Help' que hicieron Bananarama o el editado este año, el explosivo 'Walk this way' de Run Dmc y Aerosmith a cargo de las Sugababes junto a Girls Aloud, dos de los grupos de chicas más importantes en Inglaterra.
Poco a poco los discos benéficos han ido perdiendo fuelle. En parte porque ya no se venden singles en las tiendas. Sí, existen las descargar legales por internet, pero no es lo mismo. Cada vez son mayores los problemas que ponen músicos, managers y discográficas y hay tantos intereses en juego que, al final, tras celebrar un macroconcierto y deducir gastos, es muy posible que los que se estén muriendo de hambre en vez de recibir el donativo deban dinero a la organización.
Tambien es cierto que las cosas han cambiado mucho. De las últimas reuniones benéficas para recaudar fondos que recuerdo está el telemaratón celebrado once días después de la tragedia del 11 de septiembre. Vale que todo el mundo estábamos consternados por lo sucedido (o casi todo el mundo, recordemos que una parte de él estaba bailando y celebrándolo), pero el ambiente de ese especial, las actuaciones, la escenografía iluminada con velas... era todo de un siniestro y de un depresivo que tiraba de espaldas. Ya sé que no eran momentos de alegría ni diversión (ahórrense los comentarios en el apartado de los lectores llamándome insensible, frívolo o pidiendo mi cabeza a dirección. No van a decir nada que no se haya dicho anteriormente), pero aquel programa destilaba depresión y mal rollo por un tubo y para eso mejor no haber hecho nada. Se trataba de animar a la población, no de terminar de deprimirla.
Los sucesos de 11-S más que para unir a los artistas como habían hecho otros dramas, sirvieron para comenzar una guerra interna de "vamos a ver quién logra más fama siendo caritativo y cuanto sacamos de tajada". Michael Jackson intentó relanzar 'We are the world', pero muy pocos acudieron a su llamada para grabarlo de nuevo y desisitió. Las discográficas rápidamente lanzaron recopilaciones de temas patrióticos y muchos artistas emprendieron una carrera para ver quién la tenía más larga anunciando donaciones de parte de las ganancias de sus giras, que iban subiendo según anunciase una cifra su competidor más directo. Y lo más cutre, 'What's going on', que estaba a punto de lanzarse con U2 a la cabeza de un plantel de artistas para recaudar fondos contra el sida, se remodeló a última hora para que esos beneficios se partieran y una porción fuera para las víctimas del 11-S. Más que nada porque así se garantizaban un aumento en las ventas en un momento en que el mundo estaba con pocas ganas de comprar discos.
Y luego están eventos como Earth Live. ¿Alguien sabe para dónde era lo recaudado? ¿Se nos quería concienciar de algo? El festival del amigo Al Gore que le sirvió para publicitar su peliculita alarmista y tendenciosa y aumentar su tarifa como "conferenciante encargado de salvar al mundo de la autodestrucción", no sé yo a quién habrá ayudado. A mí desde luego me ha concienciado muy poco a no gastar recursos energéticos a tontas y a locas. ¿O acaso Madonna y todos los famosos que actuaron fueron en transporte público al concierto? ¿A que casi todos fueron en aviones privados medio vacíos gastando combustible innecesario?
De los festivales, conciertos y discos organizados para la lucha contra las drogas, así en plan genérico que hace falta tener cuajo para hacer un festival de ese tipo, mejor no hablo. Todavía se oyen las risas entre la profesión cada vez que se habla de un festival celebrado en Madrid con un cartel de artistas que bueno, que ya, que mejor me callo.
Con motivo del 11-M, en España se editó 'No os olvidamos', con colaboraciones de María Dolores Pradera, o Javier Gurruchaga, que interpretaba 'Imagine' de Lennon junto a Ana Belén o Luis Eduardo Aute. El disco no tuvo mucha repercusión y no sé cómo andaría de ventas, pero me temo que serían escasas. Será que no está de moda ser solidario.
Junto a los discos de Complete Stone Roses o Bertín Osborne, se edita estos días 'Un sueño compartido', un proyecto entre Antonio Vega y el grupo valenciano Un Mar Al Sur, que han grabado un disco conjunto para recaudar fondos para apoyar la educación infantil y construcción de escuelas en Nicaragua.
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