Bolt logra el oro y el récord del mundo en los 100 metros

El jamaicano Usain Bolt ha dejado volar su velocidad prodigiosa sobre el tartán pekinés para convertirse en el nuevo campeón olímpico de los 100 metros lisos y pulverizar su propio récord del mundo con un 9,69. Ha sido una final espectacular, la más rápida, con seis atletas por debajo de los 10 segundos. Y, además, el jamaicano se ha dejado llevar en los últimos metros alzando sus brazos para celebrar su victoria, lo que deja una pregunta en el aire: ¿En qué tiempo habría detenido el cronómetro si llega a mantener su velocidad máxima hasta el último de los 100 metros?

A priori, esa prueba iba a ser una batalla con tres nombres propios: Bolt, Powell y Gay. Sin embargo, pocos pensaban que Bolt iba a esparcir su estela de superioridad sobre el 'Nido de pájaro' desde la primera prueba clasificatoria, sin dar opciones a sus rivales. Ni Powell (quinto en la final) ni Gay (no se clasificó para la final) fueron rivales para un atleta imbatible e inigualable.

Conforme avanzaba la competición pocas voces dudaban de su victoria. Sólo quedaba una cuestión que despejar: ¿Habría récord del mundo? Pues efectivamente, Bolt batió su propio récord, con 9,69, imponiéndose a Thompson y Dix, que han sido plata y bronce, respectivamente.

Bolt ha conseguido este trofeo cinco días antes de cumplir los 22 años e inaugura una nueva época en el mundo de la velocidad, sucediendo en el palmarés olímpico a Justin Gatlin. La diferencia entre la final de hace cuatro años y la que hoy se ha librado en Pekín sirve para ilustrar cómo se ha abierto una nueva época en la velocidad. Gatlin se impuso por una centésima (9,85), de forma muy ajustada, apretando los dientes ferozmente durante los 100 metros. En la noche pekinesa, Usain Bolt ha paseado sus 196 centímetros, su aire desgarbado y su velocidad inigualable, para detener el crono en los 9,69, con una superioridad y un estilo que no se recuerda desde hace años.