Parece que la lucha de China por controlar la imagen que los medios de comunicación ofrecen del país no tiene límites. Las autoridades no sólo se esmeran en que los activistas que defienden los derechos humanos no puedan llevar a cabo sus protestas, sino que también intentan que no tengan ninguna repercusión mediática.
Hoy, el periodista británico de Independent Television News, John Ray, ha podido comprobarlo. La Policía china lo ha detenido mientras asistía a un acto de protesta a favor de la libertad del Tíbet. Los agentes han tratado por todos los medios de que los periodistas no tomaran imágenes y finalmente han montado a Ray en un furgón de policía. Media hora después lo han dejado marchar sin explicar por qué lo habían detenido.
El propio Ray cuenta en un vídeo cómo ha sido la experiencia y el diario The Guardian también ofrece imágenes de lo que ha sucedido.
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