Aunque la sangre no ha llegado a la arena de la pista de voley playa, las rusas han decidido dejar el espíritu olímpico en los vestuarios y se han enzarzado en reproches políticos con sus rivales georgianas.
En lugar de seguir el ejemplo de su compatriota Natalia Paderina, que decidió celebrar en el podio su medalla de plata en tiro junto a la georgiana Nino Salukvadeze, las jugadoras rusas Natalie Uryadova y Alexandra Shiryaeva no han hecho gala de diplomacia deportiva.
El mal perder de las rusas ha provocado insultos y reproches a sus rivales. "Es muy estúpido por parte de Georgia iniciar una guerra con Rusia, ya que una es muy grande y la otra pequeña. Pero éste es el camino de siempre en la historia de Georgia", ha afirmado la rusa Uryadova. "Ellas ni siquiera son georgianas", ha apuntado su compañera Shiryaeva, en referencia a la doble nacionalidad brasileña de sus rivales. "Probablemente ni siquiera saben el nombre del presidente georgiano", añadió.
Por su parte, las ganadoras prefirieron ser más conciliadoras y se limitaron a dedicar el triunfo a las víctimas de la guerra y reprochar a las rusas su mal perder.
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