Pekín.- España afronta mañana con las ideas muy claras el partido clave de la primera fase, ya que Polonia es uno de los rivales a batir si es que el equipo de Juan Carlos Pastor quiere acceder a los cuartos de final y jugar el día 20 un encuentro decisivo en la lucha por las medallas.
El seleccionador nacional considera que la clave para derrotar mañana a Polonia estará "en la defensa", habida cuenta de la calidad de los lanzadores con los que cuenta el conjunto dirigido por Bogdan Wenta. Los polacos tiene muchas armas, y muy poderosas.
La mayoría de sus "cañoneros" juegan en la Bundesliga, como Karol Bielecki, Grzegorz Tkaczyk y el lateral derecho Marcin Lijewsky. Son muy fuertes físicamente, pero si España juega como en la segunda parte ante Croacia puede y debe llevarse una alegría.
La clave del encuentro estará atrás. Los polacos salen bien al contraataque, sobre todo por los extremos, pero Pastor piensa también en cómo parar a esos "cañoneros", la mayoría integrantes de los mejores equipos alemanes como el Magdeburgo y el Flensburg, aunque les conoce bien porque se ha enfrentado a ellos con su equipo, el Pevafersa Valladolid.
Tal vez Pastor opte de salida por una defensa 5-1, aunque a lo largo del encuentro suele emplear varios sistemas. El técnico vallisoletano valoró la reacción del equipo ante Croacia en la segunda aparte, sobre todo en el concepto defensivo, que es lo que más le inquieta, no tanto el ataque. El 6-0 que utilizan los polacos lo tiene muy bien estudiado.
"Lo fundamental es jugar a un ritmo alto todo el partido", considera Pastor, quien ayer, durante el partido ante los croatas, dio continuas instrucciones en ese sentido. Correr y meter mucho ritmo son las claves. Cuando España jugó así, con David Davis apretando en defensa y Juanín García "certificando" los contragolpes el partido tuvo "color" español.
Es evidente que hay que estar preparados para todo, pero no estar entre los ocho primeros supondría una decepción. Quedar fuera de los cuartos de final no está entre las previsiones, aunque varios jugadores, como Rubén Garabaya o Juanín García, han subrayado a EFE que las diferencias en el balonmano son mínimas y que aquí puede pasar "cualquier cosa".
No les falta razón. Una prueba de ello es lo que sucedió anoche en el empate (23-23) de la selección de Egipto ante Dinamarca, la actual campeona de Europa. No obstante, en el grupo A, China y Brasil son, sobre el papel, notablemente inferiores al resto.
Para el partido ante los polacos, todos están bien, así que Pastor contará con Juanín García, Iker Romero, Víctor Tomas, Albert Rocas, Rubén Garabaya, Demetrio Lozano, José Javier Hombrados, David Davis, Alberto Entrerríos, Cristian Malmagro, Raúl Entrerríos, Carlos Prieto y Ion Belaustegui.
El partido se disputará en el "lejano" Gimnasio Nacional mientras que los cruces, las semifinales y la final, tendrán lugar en el Palacio Nacional de Pekín, muy próximo al Estadio Olímpico. Ahí quiere jugar España, pero el torneo de balonmano masculino no ha hecho más que empezar.
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