La ceremonia de inauguración más espectacular de la historia resultó tener truco. El país que inventó la pólvora no podía permitirse el lujo de no contar con fuegos artificiales. Sin embargo, no todos los que se lanzaron la noche del 8 de agosto en la ciudad de Pekín eran reales. Y nos los colaron.
Era una de las imágenes más sorprendentes del inicio de la ceremonia. Veintinueve 'pisadas' esbozadas con fuegos artificiales recorrían la capital china, desde la Plaza de Tiananmen al estadio olímpico, a vista de helicóptero. Sin embargo, esas pisadas que contemplaban asombrados casi 4.000 millones de espectadores en todo el mundo no estaban ahí.
El miedo a algún imprevisto (como el riesgo que corría el piloto encargado de rodar esas imágenes) llevó a los responsables de la ceremonia a echar mano de la animación por ordenador, tal y como ha reconocido el autor de esta recreación, Gao Xiaolong, al diario 'Beijing Times'. "La mayoría del público creyó que [las imágenes] fueron filmadas en directo, así que cumplimos la misión", señaló Xiaolong.
Durante meses trabajaron en estos 55 segundos de grabación, sin perder el más mínimo detalle. Incluso se llegó a simular la peculiar neblina de contaminación (tan perjudicial para los deportistas) que cubre Pekín.
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