MADRID.- Latinoamérica es la región del mundo olvidada en los debates internacionales sobre el sida, a pesar de que la epidemia se está expandiendo rápidamente y ya cuenta con 1,8 millones de personas que viven con el virus. De hecho, el Caribe es la segunda región más afectada después de África Subsahariana, por lo que es imprescindible tomar medidas urgentes para revertir una tendencia previsible.
Así lo advirtió la ONG Ayuda en Acción en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida, que se celebra estos días en México. "Cuando pensamos en sida, pensamos en África y, en menor medida, en Asia. Sin embargo, la segunda región del mundo más afectada es el Caribe, con una prevalencia media del 1% entre su población adulta y tasas de hasta el 3% en el caso de Haití", afirmó.
La organización explicó que la epidemia está generalizada en seis países del Caribe y en tres de Centroamérica. En concreto, se refirió al caso de Honduras, donde el sida es desde 1997 la primera causa de muerte en mujeres en edad reproductiva. Es más, se calcula que 2.400 niños hondureños menores de 14 años son seropositivos y que otros 24.000 son huérfanos por sida.
Mayra Moro Coco, responsable de VIH/Sida y Desarrollo de Ayuda en Acción, asegura que otro fenómeno "alarmante" es que la edad de mayor incidencia del VIH en Latinoamérica se ha desplazado del grupo de 30-39 años (década de 1990) a los 15-24 años, franja que registra la mitad de los nuevos contagios.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de esta tendencia, Moro Coco subraya que en América Latina la epidemia se encuentra en estos momentos en un punto en que es posible "revertirla", por lo que consideró "fundamental" trabajar en VIH y desarrollo en la región "antes de que sea tarde".
ALTO NIVEL DE INFRADIAGNÓSTICO
Lo cierto es que el impacto real de la pandemia todavía no se conoce en toda su magnitud, ya que los sistemas de vigilancia epidemiológica son deficientes y la reticencia a someterse a las pruebas por miedo a la discriminación hacen que Latinoamérica se caracterice por un alto nivel de infradiagnóstico.
Por otro lado, numerosos factores estructurales, sociales y culturales permiten anticipar un empeoramiento de la situación si no se actúa sobre ellos, como las situaciones de pobreza, la deficiencia de servicios sanitarios básicos, la discriminación de la mujer y la violación de sus derechos sexuales, la violencia contra mujeres y niñas, o las carencias de los sistemas de educación.
"Si queremos medidas y políticas preventivas que funcionen en la región, éstas deben tener en cuenta y hablar de manera clara y franca sobre dos de los factores clave que multiplican exponencialmente el riesgo de expansión de la enfermedad en América Latina, la homofobia y el machismo", agrega Mayra Moro.
La desinformación también es un factor clave que multiplica las infecciones ya que los jóvenes no reciben una información y formación lo suficientemente clara sobre el VIH, sobre qué es, cuáles son los modos de transmisión o cómo protegerse frente a la enfermedad, agrega la representante de Ayuda en Acción.
Estudios realizados en Nicaragua, Honduras, Bolivia y Ecuador muestran que de entre el 7 y el 13 por ciento de las jóvenes y entre el 15 y el 19 por ciento de los varones que iniciaron su vida sexual antes de los 15 años, sólo el 18 por ciento conocía métodos de prevención del VIH.
CARENCIA DE SERVICIOS DE CALIDAD
Otro factor determinante en la expansión de la pandemia es la carencia o insuficiencia de servicios de salud de calidad, ya que la mayor parte de los casos se diagnostican tardíamente, ya en fase sida, y la mayoría de las personas portadoras del virus desconocen su estado.
Respecto al acceso al tratamiento, en Nicaragua sólo alcanza el 16% de los enfermos; en Honduras, el 35%; en Bolivia, el 37% y en El Salvador, el 59%. El desabastecimiento de antirretrovirales es constante, así como la falta de reactivos de laboratorio para el diagnóstico.
A pesar de esta realidad, los gobiernos de la región no han reconocido la gravedad de la amenaza ni tomado las medidas necesarias. La mayor parte de los fondos para la lucha contra el sida provienen del Fondo Global, y en varios países la amenaza de su retiro es constante.
Ayuda en Acción aprovechó la Conferencia Internacional que se celebra en México para acercar testimonios de personas que viven con el VIH/Sida en Latinoamérica, a través de la exposición fotográfica 'Vidas en Positivo', muestra que recoge imágenes de personas que viven con el virus, cuidadores y huérfanos de la pandemia de todo el mundo y, por primera vez, incluye imágenes de la región.
La exposición cuenta con imágenes de Pep Bonet en Honduras, uno de los países más castigados. El fotógrafo mallorquín es especialista en reportaje social y humanitario, y su obra ha sido merecedora de numerosos premios como los FotoPress, Fujijilm Europress o Kodak Youn Photographer of the Year, el W. Eugene Smith Award for Humanitarian Photography y el segundo premio de World Press Photo 2007.
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