Unos 465.000 coches saldrán de Barcelona en la operación salida de agosto

Barcelona.-  Unos 465.000 vehículos saldrán del área de Barcelona entre el viernes y el sábado, 1 y 2 de agosto, con motivo de la operación salida de las vacaciones de verano, en la que se prevén menos retenciones que otros años, gracias al tercer carril de la AP-7 en Tarragona y al desdoblamiento de la C-35 en Girona.

El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) estima que las horas más "críticas" de esta operación salida se vivirán la tarde del viernes, entre las 17.00 y las 22.00 horas, y la mañana del sábado, entre las 09.00 y las 15.00 horas, ya que confluirán en las carreteras aquellos que inician sus vacaciones estivales con los que se marchan de fin de semana.

A estos 465.000 vehículos, unos 100.000 menos que el pasado año, se sumarán, además, los más de 35.000 vehículos procedentes del resto de Europa, sobre todo de Francia, Italia, Alemania y Holanda, que circularán por la red viaria para llegar a Cataluña o como vía de acceso a otras comunidades autónomas.

En este inicio de agosto, pues, se prevén problemas para circular en diversos tramos de la autopista AP-7, tanto en sentido norte, para acceder a Francia o la Costa Brava, como sur, para llegar a las playas de Tarragona o al resto del Estado.

No obstante, tampoco se descartan retenciones importantes en algunas carreteras comarcales y locales de la demarcación de Girona, como la C-31, o en determinadas vías de la provincia de Barcelona que permiten acceder a la costa, como las autopistas del Garraf (C-32) y del Maresme (C-31/C-32), o al interior, como es el caso de la A-2.

En cuanto al retorno, pueden registrarse retenciones en estas mismas vías a lo largo de la tarde del domingo 3 de agosto, tanto por aquellos que han pasado el fin de semana fuera como por los que regresan al área metropolitana tras las vacaciones de julio.

Pese a todo, el SCT considera que este verano se dan dos factores que pueden contribuir a reducir los problemas de tráfico habituales de una operación salida de verano, como son la apertura de un tercer carril en la AP-7 a su paso por el Camp de Tarragona y el desdoblamiento de la C-35 entre Vidreres y Llagostera (Girona).

"Estas medidas ayudarán a minimizar posibles congestiones que se pueden producir y que son lógicas teniendo en cuenta el volumen de vehículos que se moverán", ha explicado el director del SCT, Josep Pérez Moya.

Este año, además, la concesionaria de la autopista AP-7, Acesa, ha suprimido los peajes troncales de El Vendrell, en sentido norte, y de Tarragona, en sentido sur, y ya está operativo el tramo desdoblado de la C-14, entre Reus y Alcover (Tarragona), y la variante de la N-340, entre Vilafortuny y Mont-Roig del Camp (Tarragona).

Un total de 1.126 agentes de los Mossos d'Esquadra de tráfico trabajarán durante el primer fin de semana de agosto con el objetivo de controlar la movilidad y velar por la seguridad de los usuarios en toda la red viaria catalana.

Sólo durante los días 1, 2 y 3 de agosto, la policía catalana efectuará más de un millar de controles, en su mayoría de alcoholemia (272), de casco y cinturón (224), de velocidad (171) y de transportes (160).

Antes de iniciar cualquier desplazamiento, el SCT recomienda a los conductores que se informen del estado de la red viaria y de las posibles incidencias que puedan dificultar su marcha, sobre todo en los días de mayor movilidad.

En cualquier caso, Josep Pérez Moya se ha mostrado convencido de que, con las nuevas medidas que se han puesto en marcha, este verano la situación de las carreteras catalanas será más tranquilas y se registrarán retenciones de menor importancia.

El 4 de agosto del pasado año, Acesa tuvo que levantar las barreras de los peajes debido al monumental atasco que se produjo en la AP-7 coincidiendo con la operación salida de verano.