NUEVA YORK.- Los avances realizados en la prevención y asistencia a las personas enfermas de sida en algunos de los países más afectados por esta enfermedad han permitido que el número de contagios y de muertos disminuyera, según el último 'Informe sobre la epidemia mundial de sida 2008' presentado hoy por la agencia de Naciones Unidas ONUSIDA. Pese a todo, el número de personas seropositivas en el mundo ascendió en 2007 a 33 millones.
Según el informe, en diversos países se ha reducido el número de nuevas infecciones por VIH. Sin embargo, "la epidemia de sida no cesa en ninguna parte del mundo". Desde 2001 las nuevas infecciones han disminuido de 3 millones a 2,7 millones en 2007, pero la tasa de nuevos contagios está aumentando en países como China, Indonesia, Kenia, Mozambique, Papua Nueva Guinea, Rusia, Ucrania y Vietnam. Además, precisa el texto, la incidencia del VIH también va en aumento en países como Alemania, Australia y Reino Unido.
Aunque, según ONUSIDA, la epidemia mundial se ha estabilizado por lo que se refiere al porcentaje de personas infectadas --prevalencia--, el número total de personas que viven con el VIH ha aumentado a 33 millones en todo el mundo, con cerca de 7.500 nuevas infecciones diarias. De estos 33 millones, 2 millones son niños, lo que supone un aumento con respecto a los 1,6 millones que había en 2001. Cerca del 90% de los menores con sida viven en el Africa Subsahariana.
Africa sigue siendo la región con más personas con VIH --casi dos tercios del total--, si bien, en países como Ruanda y Zimbabue, los cambios en el comportamiento sexual han tenido como resultado descensos en el número de nuevas infecciones. Además, según ONUSIDA, se ha observado un aumento del uso del preservativo entre los jóvenes y se ha detectado el "signo alentador" de que éstos demoran más tiempo el inicio de las relaciones sexuales en países como Burkina Faso, Camerún, Etiopía, Ghana, Malaui, Uganda y Zambia.
Otro factor que ha contribuido a que disminuyan los contagios de VIH lo constituye el hecho de que de 2005 a 2007, la proporción de mujeres embarazadas seropositivas que recibían antirretrovirales para prevenir la transmisión maternoinfantil (PTMI) del VIH pasó del 14% al 33%, lo que se vio traducido en que en el mismo periodo, el número de nuevas infecciones entre niños descendió de 410.000 a 370.000.
En su informe, ONUSIDA hace especial hincapié en el hecho de que la voluntad y los esfuerzos combinados de los gobiernos, los donantes, la sociedad civil y las comunidades afectadas pueden marcar la diferencia. Así, resalta que alrededor de 105 países han establecido metas y objetivos encaminados a alcanzar el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH para 2010.
"Los progresos realizados en salvar vidas previniendo nuevas infecciones y facilitando tratamiento a las personas que viven con el VIH deben sostenerse a largo plazo", reclamó hoy el director ejecutivo de la agencia de la ONU, Peter Piot. No obstante, previno de que "los progresos inmediatos deberían servir como plataforma para impulsar con renovado vigor los esfuerzos combinados de la prevención y el tratamiento del VIH y no deberían alentar el exceso de confianza".
NÚMERO DE MUERTOS
En 2007, fallecieron como consecuencia del sida dos millones de personas, sin embargo, según la agencia de la ONU "el tratamiento está salvando vidas". En la actualidad, en los países de ingresos bajos y medianos están recibiendo tratamiento antirretrovírico alrededor de 3 millones de personas --en Namibia por ejemplo se pasó de tratar al 1% en 2003 al 88% en 2007--, de las que la mayoría son mujeres.
En este sentido, el informe resalta que en parte como resultado de la ampliación progresiva del tratamiento, en los dos últimos años la mortalidad relacionada con el sida descendió de 2,2 millones a 2 millones en 2007, si bien el sida continúa siendo la principal causa de mortalidad en África, donde vive el 67% de los seropositivos del mundo. En este continente, el 60% de las personas que viven con VIH son mujeres, y tres de cada cuatro jóvenes seropositivos son de sexo femenino.
Otro factor clave es que desde 2005 se han triplicado los esfuerzos de prevención orientados a los profesionales del sexo, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y los consumidores de drogas inyectables. Prácticamente en todas las regiones excepto África meridional, las infecciones por VIH afectan de forma desproporcionada a estos tres grupos de población.
Según ONUSIDA, 'conocer la epidemia local', es decir, el modo en el que se producen mayoritariamente los contagios, sigue siendo crucial para la eficacia de los esfuerzos de prevención. "Los países necesitan orientar los programas de prevención del VIH hacia donde se están produciendo las nuevas infecciones", señaló la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA), Thoraya Obaid.
"Conocer la epidemia y decidir la combinación correcta de intervenciones es de suma importancia para una respuesta eficaz. En muchos contextos, los jóvenes y las mujeres necesitanuna atención especial", remachó.
La publicación del informe se produce antes de la celebración de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida, en México, en la que se darán cita numerosos dirigentes, responsables de formular políticas, académicos, activistas, grupos comunitarios y otras partes interesadas para examinar las enseñanzas adquiridas y consolidar los esfuerzos orientados a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015.
"Responder al sida es un importante Objetivo de Desarrollo del Milenio que también tiene una repercusión directa sobre el cumplimiento de los otros objetivos fijados para 2015", incidió el director del Fondo de la ONU para el Desarrollo (PNUD), Kemal Dervis.
"Los progresos que hemos hecho en abordar el sida contribuirán a nuestros esfuerzos por reducir la pobreza y la mortalidad infantil, y por mejorar la nutrición y la salud maternal. Al mismo tiempo, si queremos contener y hacer retroceder la propagación del sida, es necesario avanzar hacia los otros objetivos, como enfrentarse a las desigualdades por razón del sexo y promover la educación", subrayó.
ESFUERZOS A LARGO PLAZO
En este sentido, el informe de ONUSIDA recalca que "el sida es un problema de largo alcance que requiere una respuesta fundamentada en resultados y en los Derechos Humanos". Además, requiere un liderazgo sólido que pueda mantener compromisos a lo largo del tiempo, por lo que insta a los líderes a abordar las cuestiones de la sexualidad humana y el consumo de drogas con una perspectiva de Derechos Humanos.
Además, previene, las respuestas al VIH exigen una financiación sostenida a largo plazo por lo que a medida que aumenta el número de personas que reciben tratamiento y viven más tiempo, los presupuestos para hacer frente a la epidemia tendrán que aumentar en las próximas décadas. Según ONUSIDA, serán los donantes los que deberán proveer la mayor parte de los fondos necesarios en los países de ingresos bajos y en algunos de ingresos medianos, aun cuando en esos países haya aumentado el gasto nacional relacionado con el VIH.
"La ampliación progresiva de la respuesta al sida hacia el acceso universal debe fundamentarse en cuatro valores fundamentales: un enfoque basado en los derechos, multisectorialismo, resultados orientados a las personas, y participación de la comunidad. Esos valores no son negociables", zanjó Piot.
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