Madrid.- Casi siete de cada diez españoles rechaza trabajar a tiempo parcial con la lógica reducción salarial que ello implica y la mayoría acusa a las empresas de dar pocas facilidades para conciliar vida laboral y familiar, afirma el último barómetro del CIS, conocido hoy.
Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 66,9 por ciento de los empleados con jornada completa rechaza trabajar menos horas con la consiguiente pérdida salarial, mientras que sólo 14 por ciento sí lo aceptaría.
Frente a ello, un 44 por ciento de los trabajadores con jornada parcial sí querrían prolongar su jornada y elevar su remuneración, mientras que un 39 por ciento dice lo contrario.
Un porcentaje muy similar de personas rechaza la posibilidad de trabajar desde casa (32,3%) frente a quienes sí les gustaría hacerlo (32,9%), según los resultados del CIS, que además de sus preguntas habituales ha incluido en esta ocasión temas sobre la conciliación, el reparto de las tareas domésticas y la jornada laboral.
A tenor de las respuestas de las 2.500 personas entrevistadas, el 73 por ciento opina que las empresas y centros de trabajo en España dan pocas o ninguna facilidad a sus asalariados para compaginar vida laboral y familiar, frente a un 12 por ciento que sostiene lo contrario.
En relación con esta cuestión, la mayoría de la población (63,5%) atribuye a los gobiernos la responsabilidad de adoptar medidas que faciliten esa conciliación, frente al 21 por ciento que piensa que no es asunto de los poderes públicos sino de la empresa.
Por término medio, los españoles dedican casi tres horas a las tareas domésticas -aunque con una desigual distribución por sexos-, siete horas y media al trabajo y sólo les quedan cuatro horas de tiempo libre (descontadas las horas de sueño).
Sin embargo, una cuarta parte de los trabajadores afirma que "siempre, todos o casi todos los días" prolongan su jornada laboral más allá de lo que les corresponde, frente a un 22 por ciento de afortunados cuya respuesta es negativa.
En el día a día, un 30,7 por ciento de la población reconoce que a veces tiene dificultad para compaginar su trabajo con las tareas domésticas; un 20,1 por ciento, para el cuidado de hijos (acompañamiento a médicos, colegios etc.), y un 17,2 por ciento dice sufrir problemas para realizar trámites burocráticos.
La mitad de los entrevistados por el CIS afirma que su centro de trabajo no pone pegas si un varón pide el permiso de paternidad -un 11 por ciento dice lo contrario-, y casi un 55 por ciento señala que no disfrutan de ningún tipo de medidas de conciliación frente a un 28,4 por ciento que dice disponer de ellas.
Pese a todo, la mayoría (67,7%) manifiesta que está muy satisfecho con su horario y un 31,8 por ciento preferiría cambiarlo.
Lo que más se valora de un empleo es que sea seguro y estable (70,5%), seguido de la cercanía del domicilio (48%), del salario (48,2%) y que sea interesante y creativo (46%).
En relación con las tareas domésticas, los hombres sólo sobresalen en las pequeñas reparaciones que se realizan en casa, y el resto de obligaciones descansan fundamentalmente en las mujeres.
Las compras y el cuidado de los miembros de la familia que están enfermos son los dos únicos apartados en los que un porcentaje algo más significativo de encuestados (en torno al 36%) señala que son tareas compartidas "más o menos por igual o por ambos" sexos a la vez.
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