Pamplona.- Pamplona vive hoy con alegría e ilusiones renovadas una nueva jornada festiva, la tercera de los Sanfermines, que se ha iniciado con un encierro de los toros de la ganadería gaditana de Cebada Gago, que han protagonizado un encierro rápido y limpio, de poco más de 2 minutos y 20 segundos de duración.
Este encierro, el segundo de los Sanfermines, ha tenido una menor afluencia de corredores que el celebrado ayer y ha resultado menos peligroso, aunque uno de los mozos, un joven bilbaíno, ha sido trasladado al hospital con un puntazo en el muslo.
La carrera de los Cebada Gago se espera cada año con cierto temor en Pamplona, ya que los astados gaditanos tienen una media de dos corneados en cada carrera, pero la manada ha cubierto hoy los casi 850 metros del recorrido con limpieza y sin apenas lanzar derrotes hacia los mozos.
Tras el encierro de hoy, cinco corredores han sido trasladados a centros sanitarios de Pamplona, uno de ellos el bilbaíno E.I.T., de 31 años, quien tiene un puntazo en el muslo sufrido en el tramo de Telefónica, del que ha sido intervenido en el Hospital Virgen del Camino.
A este centro hospitalario también ha sido trasladado J.N.I., pamplonés de 45 años, quien sufre policontusiones y un pisotón en el tobillo.
Otros tres heridos han sido trasladados al Hospital de Navarra: A.G.H., de Amorebieta (Vizcaya) y de 37 años, que sufre un traumatismo costal y otro en el brazo; J.Z.Z., bilbaíno de 21 años, con una erosión en el tobillo; y J.P.L., madrileño de 23 años, con una herida en el cuero cabelludo. Estos dos últimos ya han sido dados de alta.
Por su parte, J.M.E.A., vecino de Lecumberri (Navarra), que ayer fue herido de mayor gravedad, sigue en la UCI del Hospital de Navarra, pero no ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente y evoluciona favorablemente.
La Cruz Roja ha atendido en total a 49 personas tras el segundo encierro de los Sanfermines, 28 de ellas hombres, y 21, mujeres.
Los toros de Cebada Gago, conducidos en el encierro hasta los corrales de la plaza, serán lidiados esta tarde por los diestros Diego Urdiales, Sánchez Vara y Luis Bolívar.
Precisamente la ganadería de Cebada Gago ha recibido hoy, en el apartado de la plaza pamplonesa, el trofeo Carriquiri 2007 al mejor astado de la feria por el toro "Segador", lidiado el 10 de julio del pasado año por el diestro Juan Bautista.
Otro toro, de nombre "Esotérico" y de Victorino Martín, lidiado el 14 de julio de 2007, también ha sido premiadlo hoy, aunque en este caso por su excelente sabor en la cazuela, en el concurso organizado por la sociedad gastronómica Gazteluleku, que cada año galardona al "Toro más jugoso" de los Sanfermines.
Pero en los Sanfermines hay vida más allá de los toros y en este sentido las colecciones de fuegos artificiales cobran cada año un mayor protagonismo a través del concurso internacional organizado por el Ayuntamiento de Pamplona.
El ganador del concurso 2007 fue Pirotecnia Valenciana, que ha recibido hoy en el Ayuntamiento de Pamplona el correspondiente galardón por el "castillo elegante, bien construido y con un ritmo fabuloso" que lanzaron el 11 de julio del pasado año.
También el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra ha entregado hoy un "pañuelico" rojo a Ana Beltrán, empresaria del año en Navarra, y el Hotel Maisonnave ha rendido un homenaje a la ganadería de Conde de la Corte.
Pamplona también acoge durante estos días a un visitante con un apellido ilustre, John Hemingway -nieto del escritor Ernest Hemingway-, que se encuentra en la ciudad con motivo de su ingreso en la peña sanferminera "Los Gatos", una iniciativa de la que forman parte varios amigos de Barcelona, San Francisco y Pamplona.
John Hemingway, autor del libro "Strange Tribe: A family memoir", ha estado acompañado por Jonathan Knowles, fotógrafo, aventurero y presidente de la peña "Los Gatos", en una recepción ofrecida por la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina.
En la jornada de hoy también ha habido un espacio para la reivindicación, ya que se cumplen treinta años de la muerte del joven Germán Rodríguez, que murió de un disparo de la policía en los incidentes registrados el 8 de julio de 1978, que motivaron la suspensión de los Sanfermines tres días después.
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