MÁS no se puede pedir

Aunque anhelamos, por supuesto, alzar la Copa, la selección ya ha logrado triunfar: ha impuesto su ley y ha deslumbrado a Europa.

La fascincación llegó ayer en esos segundos cuarenta y cinco minutos superlativos. Pero antes, durante todo el torneo, el conjunto español logró algo que sólo los grandes equipos consiguen: definir un estilo de juego propio, en este caso bonito y efectivo, y que además sirvió para meterse en una final europea. También le dio alegría al corazón de los españoles, que llevan años entrenando el músculo de las sensaciones con el tenis, el baloncesto, el ruido de los motores, el ciclismo, Bardem, Pe, y la lista es larguísima… Pero la alegría máxima a un pueblo de las características de éste sólo puede dársela el fútbol. El bendito fútbol.

Y a lo largo de estos treinta partidos de Eurocopa España ha demostrado ser el mejor del continente. Y si espiamos lo que están haciendo Brasil y Argentina en las eliminatorias sudamericanas podemos decir, sin ningún lugar a dudas y con un cosquilleo irresistible en el alma que a la fecha, ESPAÑA ES EL MEJOR EQUIPO DEL MUNDO.

• Porque ha sabido plasmar un juego respetuoso con el balón con momentos de alto vuelo.

• Porque ha demostrado una personalidad avasallante. Jamás en todo el torneo el equipo perdió la línea ni se vio desesperado.

• Porque no depende de un jugador estrella, que los tiene, sino que es un bloque compacto.

• Porque tiene al mejor portero del mundo. Una pareja de centrales sobria y correcta. Porque Sergio Ramos le echó valor a la cosa y tras un mal comienzo pareció ayer un Cafú de pelos largos.

• Porque encontró en Marcos Senna un mediocentro con pintas de Makelele y destellos de Redondo.

• Porque Xavi parece que hubiese nacido dando esos toques al balón.
• Porque Iniesta pudo al fin quitarse el lastre de una temporada nefasta y brillar con luz propia.

• Porque Silva, que encoge la zurdita y esconde el balón, está llamado a ser un gran futbolista y empezó a demostrarlo.

• Porque arriba hay magia con Cesc, oficio con Torres, gol con Villa, ganas con Güiza

• Porque hay un plantel solidario y unido.

• Porque hemos adquirido ese dichoso ¨saber competir¨ y cuando no se pudo brillar el equipo se remangó y trabajó a destajo; Cuando Italia quiso ganar ¨de guapo¨ España supo pararle los pies.

• Porque al final habrá que izar la bandera que diga: Perdón Luis. Y es que el entrenador al fin ha podido plasmar su filosofía de juego.

• Porque hay futuro.

• Porque se ha creado escuela.

• Porque más de cuarenta millones de corazones no puede estar equivocados.

Quien esto escribe desea con locura derrotar a Alemania y destrozar las cuerdas vocales entonando el CAMPEONES CAMPEONES. Pero no lo necesita. España ya ha lanzado al mundo su mensaje: en estas tierras, así se juega, se siente y se vive el fútbol. Y éste es el fútbol que le gusta a la gente, aquí  y en todo el mundo. Luego, somos los mejores.