Las piezas de la máquina: los jugadores, uno por uno

Después del repaso que le ha metido España a Rusia en los cuarenta y cinco minutos de la segunda parte, resulta difícil destacar ninguna individualidad sobre las demás. Más que once jugadores, el equipo español ha sido en la reanudación un engranaje perfectamente ajustado de hacer fútbol, mantener la posesión y de vez en cuando dejar caer un gol. O tres. Un vendaval de fútbol que tardaremos mucho en olvidar y que esperamos, nosotros y media Europa, se repita el domingo frente a una de las Alemanias más planas de los últimos tiempos. Por eso mismo, porque es imposible discriminar a ninguno, vamos a destacarlos a todos. Así han jugado, uno a uno, los españoles:

• Casillas: Después de ser la estrella contra Italia, tanto por la parada a Camoranesi como por su actuación en los penaltis, el de Móstoles ha querido ceder el protagonismo a sus compañeros. Aun así, hemos podido ver su categoría en una parada con las yemas de los dedos a un tiro de Pavlyuchenko, y en un remate a bocajarro cuando el partido estaba a punto de finalizar. Si contra Buffon se jugaba el título de mejor del mundo, y ganó, contra Lehman...
• Sergio Ramos: Acalló todas las voces críticas con un partido sensacional. Activísimo en ataque, sobre todo en la primera parte, e infranqueable en defensa, al fin hemos podido ver en este torneo al lateral que ha sido clave para que su club haya ganado dos ligas consecutivas
• Puyol y Marchena: La pareja de centrales ha repetido, o incluso mejorado, el partido ante Italia. Solo un despiste de Marchena en la primera parte, que ha permitido rematar a bocajarro a Pavlyuchenko, podría empañar su actuación. Mejor: el susto les ha servido para concentrarse aún más. En la segunda parte, el temible ataque ruso Arshavin-Pavlyuchenko no ha existido.
• Capdevila: El catalán, sin hacer ruido, se ha hecho dueño de la banda izquierda. Lo suyo no es atacar y ganar la línea de fondo como su compañero de la otra banda: si acaso, marcar a balón parado y dar "pelotazos de gol" como los que dio a Villa y Torres en los dos primeros partidos. A pesar de eso, su labor como defensor es impecable. ¿Alguien podría decirme quién ha jugado hoy por la banda derecha rusa? Pues eso.
• Senna: Lo del hispano brasileño empieza a ser una costumbre. Otro día más, ha estado a un nivel sublime, siendo una cobertura infranqueable para sus laterales, una pesadilla destructiva para los rivales en el centro del campo, y un compañero en quien apoyarte con confianza para sus creadores. Rozando la perfección táctica, no extraña que sea el jugador más admirado en Italia.
• Xavi: El catalán lleva demasiados años llevando las manijas en el centro del campo como para que nadie tenga que decirle lo que tiene que hacer. Cuando parece que es lento, es que está calmando el partido; cuando parece que sólo toca en corto, es porque busca el desmarque de sus delanteros; y cuando parece que no está, entonces es cuando se desmarca y anota el primer gol. Sensacional.
• Silva: Crece, crece y no para de crecer el menudo canario. Tras una temporada gris en su club, necesitaba un escenario digno para demostrar su valía. En esta Eurocopa lo ha encontrado, y está explicando a los no creyentes porqué lo sigue media Europa. Su control con una pierna, y remate con la otra en el tercer gol es sólo una muestra de de sus argumentos. Y todo esto, con solo 22 años.
• Iniesta: Gris, cobarde, apagado, fallón. Estos adjetivos y alguno más estábamos usando en la retransmisión para describir la actuación hasta el minuto 46, y en el resto de la Eurocopa, del manchego. Pero entonces el jugador con más talento de su generación decidió que era el momento de encarar, de cambiar de ritmo y de centrar a su capitán Xavi. De ahí vino el primer gol, y de lo que vino después, tocando, encarando, leyendo el juego como nadie y dando el pase-del-pase-de-gol a Cesc, vino su premio: Hombre del Partido para la Uefa. No es poco, en una semifinal europea ganada por 0-3.
• Torres: Algo ha cambiado, y mucho, en ese jugador nervioso que nos maravillaba y desesperaba a partes iguales en el Atlético. Ahora vemos todas las virtudes que prometía pero invertidas con inteligencia. Es un delantero veloz, luchador, técnico, fuerte y con buen tiro. Y cuando no marca, crea espacios o da asistencias. En su papel de segundo delantero, sacrificado actor secundario, Steve Buscemi español, hay muy pocos mejores que él.
• Villa: Asistiendo a Torres, tirando las faltas o arrancando las contras, el asturiano fue el más peligroso de la primera parte. Su lesión, paradojicamente, trajo la entrada de Cesc en el campo y el dominio y control absoluto del balón que marcó la segunda parte. Conclusión: El Guaje es un crack incluso lesionándose.
• Cesc: Nos gusta tanto Cesc, teníamos tantas ganas de ver su mejor versión, que las gotas de calidad que nos dejaba en los partidos con España nos dejaban un sabor agridulce: sí, es él, el amo y señor del Arsenal; pero no es lo mismo. Hoy nos hemos empachado de Fábregas como para tres años. Su salida ha dotado de más alternativas a Xavi, ha dado aire a Senna, ha resucitado a Iniesta y ha metido un pase de gol imposible, increíble, antológico a Güiza en el segundo. Hoy hemos entendido porqué es portada del Iss Pro.
• Xabi Alonso: Su magnifico partido frente a Grecia pedía a gritos otra oportunidad. Hoy ha salido para sustituir a Xavi cuando el huracán ya estaba desatado. Si a nivel individual no ha destacado, es porque ha entrado a formar parte de esa personificación del fútbol de toque que ha sido España. Si no se le ha visto, es porque no ha fallado. Si no ha fallado, es que ha estado al nivel de sus compañeros: perfecto.
• Güiza: El de Jerez era el eslabón débil de la cadena, el chico de la racha, el plan C, el marido de NuriaBer. Somos escépticos porque lo hemos visto ya demasiadas veces: Kodro, Javi Moreno, Pizzi... jugadores bendecidos por el gol una temporada, sobre cuyo recuerdo edifican el resto de su carrera. El premio para él era estar en el banquillo. Pero algo debe tener el muchacho para convencer a Luis de que puede sustituir con garantías a Torres, y para llevar dos goles en los ciento y poco minutos que ha disputado. Y en fin, si al final se confirma que sí, que es solo una racha, pues mira: que le quiten lo bailao.