Zaragoza.- Algunas de las principales figuras de la danza española se han dado cita hoy en la Exposición Internacional de Zaragoza para exhibir una selección de piezas en las que se muestran las nuevas tendencias del baile flamenco y moderno en combinación con el más puro estilo clásico.
La Gala española de danza universal, con motivo del Día de España en la Expo, concitó a una veintena de artistas, entre los que figuraban Nacho Dato, coreógrafo y director de la Compañía Nacional de Danza, que cerró el festival; la zaragozana Laura Hormigón, primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba; Igor Yebra, primer bailarín invitado del Ballet de la Ópera de Roma y de Burdeos, y el también zaragozano Miguel Ángel Berna.
Aunque en un principio estaba prevista la apertura de la gala con la intervención de Nacho Duato y los miembros de su compañía Inés Pereira y Dimo Kirilov, la lesión de José Carlos Martínez, el bailarín estrella de la Ópera de París, obligó a modificar la salida al escenario de los protagonistas, anunciada no obstante antes del inicio de las intervenciones.
Abrió así el espectáculo la actuación de Gala Vivancos, Nani Paños y Rafael Estévez, quienes interpretaron una pieza coreográfica donde se hermanaban el baile clásico español, la escuela bolera y el flamenco al ritmo de la música en directo del padre Antonio Soler interpretada al piano por Edith Peña.
Lola Greco, premio Villa de Madrid 2004 a la mejor interpretación bailó una goyesca con música de Enrique Granados. Le siguió la actuación de Goyo Montero, director del Ballet de Nüremberg, con Sara Portilla, quienes realizaron un paso a dos de fusión de baile moderno y clásico lleno de plasticidad con música de Joan Manuel Serrat.
Igor Yebra llenó el escenario con su impresionante físico y una autointerpretación sin música que continuó con la escenificación de la muerte del cisne con la música de fondo de Camile Saint-Saens.
La primera parte del programa se cerró con la soberbia y alegre actuación de Laura Hormigón con Óscar Torrado, también primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba. Bailaron un paso a dos de Don Quijote, clásico puro, con música de Ludwig Minks.
Una coreografía moderna interpretada por los veteranos Ana Laguna, Premio Nacional de Danza en 1990, y Mats Ek, coreógrafo y director del Culberg Ballet, dio paso a la actuación de Olga Pericet, Premio Villa de Madrid 2006, quien realizó una complicada fusión de flamenco y danza moderna con bata de cola.
Ángel Rojas y Carlos Rodríguez, bailarines, coreógrafos y directores del Nuevo Ballet Español, se arrancaron por bulerías y seguidillas para seguir con una fusión de flamenco con música de Gaspar Rodríguez y Daniel Jurado que arrancaron enfervorecidos aplausos del público.
Miguel Ángel Berna también hizo las delicias de los asistentes con un sólo en el que fusionó la danza oriental, jota y flamenco con castañuelas de bronce y que culminó con un baile a dos con Mayte Bajo, acompañados con piezas de Enrique Granados, José Luis Montón, Alberto Artigas y Josué Barres.
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