VALENCIA.- Que no se diga que el ex vicepresidente del Gobierno no ha venido. "Sería la primera vez que falto a un Congreso del PP desde el año 79", me contesta cuando le pregunto por qué está aquí. Una razón de peso: no romper la tradición.
Rodrigo Rato se niega a opinar de cualquier cuestión.
"No hago declaraciones". Y Valencia, ¿qué le parece?, pruebo suerte con un tema neutro. "Muy bonita, preciosa, con sus naranjas y todo". Por cierto, ¿asistirá a alguna de las tres ponencias? "No puedo, salgo mañana de viaje y no me puedo quedar. Después de saludar a Güemes, uno de sus cachorros de la época en el poder y ahora consejero de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, Rato se sienta en primera fila, frente a Mariano y a la izquierda de Viri, la mujer del candidato único. Se ve muy relajado a su marido. "Yo le veo bien, como todos los días, ya sabéis que no me gusta hablar". Y se calla. Por eso disfrutan de una relación envidiable. ninguno dice nunca una palabra de más.
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