Uff, qué relax, Rajoy se permite hacer payasadas

VALENCIA.-  Tan segura está la actual cúpula del PP de que todo va a salir a pedir de boca en este Congreso, que Rajoy no se corta en hacer el ganso ante la prensa. Un síntoma de tranquilidad que es noticia, y que corrobora con sonrisas y palabras el nuevo equipo.

Lo nunca visto. Al menos en los tres últimos meses. El candidato único toma prestada la cámara con superobjetivo a un fotógrafo, apunta y gira tratando de disparar a todos los presentes. Es una manera informal de posar como si fuera un voraz reportero dispuesto a documentar cada detalle del 16 congreso del PP que acaba de inaugurarse extraoficialmente -la inauguración oficial está prevista a las 16 horas-.

Los hombres ¿fuertes? se pasean por la enorme sala de prensa para confraternizar con los periodistas, por ahora ni tan siquiera un tercio de los que cubrirán estos tres días de congreso. Soraya, delgadísima, por fin respira tranquila. La portavoz reconoce que los últimos tiempos han sido muy duros, pero dan por acabados los sobresaltos. Han logrado llegar hasta aquí con un equipo que se estrena hoy y que, según apunta Ana Mato, se "lleva bien": "Nos conocemos y ofrecemos una imagen de estar unidos y tener experiencia sobrada", explica. Esta mujer, que pasó de la facultad al partido directamente, asegura que quería descansar, pero se la ve radiante. Charla con Soraya y un reducido grupo de periodistas mientras el presidente se entrega a la masa de informadores y flashes. Está deseando trabajar y comentamos que ya era hora de que las mujeres fuesen tomando el poder, que dejaran de currar siempre a la sombra. Momento reivindicativo al que nos unimos las tres redactoras presentes. Mato suelta, entre risas, "si es que valemos más" y los dos reporteros asienten -están en minoría-.

Ramón Valcárcel, Francisco Camps y Rita Barberá pasean sus poderes, sin corbata, pero engalanados para la ocasión. Rita, la mujer de rojo, parece fuera de lugar. Ella no se siente especialmente cómoda con las autoridades del partido. Ya lo comentaban algunos compromisarios mientras se acreditaban, "con lo que le gusta mandar, le va a costar ponerse a acatar las órdenes del aparato estos días". Esteban González Pons atiende a Rajoy, que tras la sesión con la prensa recupera su azoramiento habitual y reclama su ayuda.

Se abre la veda. La caza y captura de una declaración ya ha dado comienzo. "Venga, hombre, aunque lo juraseis no me creería que si yo digo algo en este momento, no iba a salir de aquí", bromea Camps con la media docena de informadores que le rodeamos.