El kit del perfecto pepero

Sólo quedan tres días y hay que ir haciendo la maleta para asistir en Valencia al 16 Congreso del PP. Imprescindible repelente de serpientes, una caja de Lexatin, un impreso de últimas voluntades, un bigote postizo y un bloc para acumular autógrafos, ya que puede ser la última oportunidad para conseguir algunas firmas.

El Congreso promete ser gris, que no nublado, de una falsa unidad cara a la galería y con una tropa de nombres translúcidos engrosando el opaco equipo del finado presidente que aun no es consciente de su condición espectral a pesar de su reelección. Los días 20, 21 y 22 de junio se prevé que la crisis de poder se posponga hasta las elecciones al Parlamento Europeo en 2009. Si Rajoy obtiene menor respaldo ya no habrá excusas que valgan. Los votos son los votos. A corto plazo, el show ininterrumpido de tres días que se desarrollará en la Feria de Valencia requiere tomar algunas medidas a los 3.025 compromisarios que asistirán. A la hora de hacer la maleta hay productos básicos que no deben faltar para pasarlo bien y evitar posibles peligros.

Cualquier médico de familia, siempre dispuesto a recetar Lexatin -el ansiolítico más popular de España- encontrará razones más que suficientes como para prescribir su consumo a cualquiera de los delegados. El estrés, la depresión o la ansiedad colectiva se pueden desatar ante uno de los dos discursos de Rajoy, o el de Aznar, o el de Acebes de despedida. Así que para que no cunda el pánico cuando el candidato único presente a su equipo, lo más aconsejable es ingerir una pastillita para templar los nervios y dedicarse a lo verdaderamente interesante en un congreso de este tipo: hacerse fotos con los políticos famosos y pedirles un autógrafo. Que nadie se imagine a los compromisarios como unos personajes intelectuales y sesudos dispuestos a diseccionar las ponencias elaboradas para tener algo sobre lo que discutir. Nada más lejos de la realidad. Estos hombres y mujeres son afiliados del partido que acuden con sus mejores galas -como si fueran a una boda, o de público a un programa de la tele- y con un claro objetivo en mente inmortalizarse abrazados a Soraya Saenz de Santamaría, Gallardón, Esperanza Aguirre, o mejor, todos juntos. Coleccionan fotos de los dirigentes que más se prodigan en los medios de comunicación sin tener en cuenta el grado de afinidad. Un famoso es un famoso, esté a favor o en contra de Rajoy. Saben que el político en cuestión no puede escapar de sus garras, al fin y al cabo les necesita, y que se dejará besuquear y achuchar como si fuera un resignado niño pequeño.

Para los tiempos muertos entre ponencia y ponencia, la de Estatutos, por ejemplo, que presentan la Presidenta del PP de Baleares, Rosa Estarás, el Presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijoo y el Secretario General del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, lo más acertado es llevarse la baraja que venden en la tienda virtual del PP con el logo de la gaviota para jugar al mus. Otra opción para soportar el tedio de la ponencia económica a cargo de Engracia Hidalgo, Fátima Bañez y Gerardo Camps, es comprarse las gafas de sol con MP3 incorporado, también de la tienda popular. Con ellas es posible entregarse a escuchar las canciones que cada uno prefiera aprovechando que el sábado 21 es el día de la música.

Que se cruza el mismísimo José María Aznar, presidente del PP, por delante, pues uno saca su bigote postizo y le rinde un homenaje. No hay que olvidar que este hombre es el único pepero que se ha sentado en la Moncloa dos legislaturas seguidas. El guía espiritual del ala crítica estampará encantado su firma en el bloc de autógrafos pero si se busca un recuerdo original, nada como gastarse los 120 euros que cuesta la raqueta de pádel de la tienda del PP y ofrecérsela para rubricarla. Al actual presidente de FAES, cuna de la sabiduría popular, un baño de masas le sentará de maravilla ahora que anda por la calle sin que casi nadie gire la cabeza a su paso.

El repelente antiserpientes conviene aplicarlo tres veces al día, mañana, tarde y noche, para asegurarse de evitar los efectos adversos de una mordedura mal calibrada. Uno nunca puede adivinar qué persona de su círculo de confianza será la primera en inocular el veneno. Muy útil resulta también el impreso de últimas voluntades. Quien se atreva a convencer a Rajoy para que lo rellene, estará facilitando la transición a los herederos políticos del PP. Si estás convencido de que encajas en el perfil del Zapatero genovés, que no te tiemble la mano.