México.- Un estudiante mexicano encarcelado en España acusado de agredir a dos policías pidió al presidente de México, Felipe Calderón, que interceda por él ante las autoridades españolas en la visita que realiza a ese país, informó hoy el diario El Universal.
"No soy un criminal" y por ello "le pido por favor que no me abandone", dice a Calderón el estudiante, llamado Alejandro Ordaz, de 29 años, en una carta que le envió desde una cárcel de Sevilla, en el sur de España.
"Las acusaciones que me imputan son muy graves y desproporcionadas, 35 años de prisión, considerando que sólo fue un altercado", añadió Ordaz, originario de Guanajuato, en el centro de México.
El joven mexicano solicitó a Calderón que exigiese "justicia" al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien se reunió el jueves.
La embajada de México en España ha declarado que sigue el caso y está en contacto permanente con la familia y la defensa del joven.
En mayo pasado el Congreso mexicano exhortó al Ejecutivo a prestar "asesoría y protección" al detenido.
El Universal publica una entrevista con el recluso en la que éste explica las dificultades que sufre en prisión.
"Cada vez estoy peor aquí encerrado (...) Estoy muy agobiado y psicológicamente me encuentro mal", declaró Ordaz, quien añadió que no pudo contener las lágrimas cuando su madre y su novia -con la que iba a contraer matrimonio en julio- lo visitaron en la cárcel.
Los hechos que han llevado a Ordaz a la cárcel sucedieron la noche del 8 de marzo en Sevilla cuando el joven, que estudiaba en esa ciudad un doctorado en Energías Renovables, acudió a un bar y bebió "más de la cuenta", según él mismo ha confesado.
A la salida del local, dos agentes de la policía vestidos de paisano le mostraron su placa y procedieron a detenerlo, al confundirlo con un otro joven que esa misma noche había acosado a tres mujeres en la misma zona, declararon los agentes.
"Para mí todo fue una pelea fruto de un malentendido", dijo Ordaz, quien dijo que creía que era víctima de un "secuestro exprés", algo común en México, por lo que intentó escapar de los agentes y se enfrentó a ellos.
Los agentes dijeron que el mexicano se apoderó del arma de uno de ellos e intentó dispararle en tres ocasiones, algo que éste niega.
La defensa del mexicano asegura que ha localizado a dos testigos del incidente, sin ninguna relación con Ordaz ni tampoco entre sí, que pueden corroborar lo dicho por el acusado.
Tras su detención, Ordaz mantiene que fue retenido durante 48 horas en un calabozo, donde recibió insultos racistas y fue víctima de amenazas.
La justicia española denegó en abril la libertad condicional al joven, debido a la gravedad de las acusaciones: atentado a la autoridad, lesiones y tentativa de homicidio.
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