Pamplona.- El volumen de la inversión y el impacto urbanístico negativo son algunas de las razones por las que no se va a implantar el tranvía en la comarca de Pamplona y por las que el metrobús podría ser la alternativa más viable al proporcionar prácticamente el "mismo servicio" pero a un "menor coste".
Las conclusiones recogidas en el estudio de viabilidad realizado por la unión temporal de empresas AIN y SENER son las que han llevado al Gobierno de Navarra, en una decisión consensuada con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y el Ayuntamiento de Pamplona, a buscar otras alternativas al tranvía.
Así lo han indicado hoy en rueda de prensa la consejera de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, Laura Alba, y el presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, Javier Torrens.
El proyecto para implantar el tranvía contemplaba tres corredores: el este-oeste, formado por dos "y griegas" unidas por su base, con ramales a Huarte y Sarriguren y a Zizur y Barañain; el norte-sur, formado por dos "y griegas" unidas por su base con ramales a Berriozar y Ezcaba y Morea y Mutilvas; y el corredor circular que recorrería la periferia del casco urbano de Pamplona.
El estudio de viabilidad ha concluido que este medio de transporte tiene, según Alba, "innegables ventajas", como la capacidad de transporte (entre 20.000 y 30.000 personas por hora y sentido, frente a las 5.000 del autobús y las 15.000 del metrobús); la mayor velocidad; la amigabilidad con el entorno y su sostenibilidad (no emite gases contaminantes, menor consumo energético y menos ruidos) y la confortabilidad.
Pero junto a eso presenta una serie de desventajas como la rigidez de la infraestructura que impide modificaciones futuras del proyecto; la ocupación del suelo urbano; la necesidad de importantes obras, el impacto visual negativo en la ciudad ya que actualmente el único sistema eficaz es el de las catenarias; significativa incidencia en el tráfico, especialmente en el centro de la ciudad y mayor distancia entre las paradas.
Uno de sus principales inconvenientes es su coste, que se sitúa en torno a los quince millones de euros por kilómetro, mientras que en el caso del metrobús éste gira en torno a los siete millones de euros.
Alba ha concluido que atendiendo de una parte a que el estudio obedece a una actitud preventiva y ecológica y no a la necesidad de una implantación inmediata, y por otra, al actual periodo de crisis económico se ha considerado "necesario explorar posibilidades más accesibles que puedan ajustarse de forma más adecuada y eficaz a las necesidades actuales".
Así se ha decidido estudiar la implantación del metrobús, un nuevo modelo de transporte público, según Torrens, que cuenta con una capacidad intermedia y dispone de vías reservadas, lo que le permite alcanzar más velocidad que el autobús y una "gran fiabilidad", unas vías que también pueden ser utilizadas por otros medios de transporte como taxis o ambulancias.
Al igual que el tranvía cuenta con paradas elevadas y su frecuencia es también similar, mayor que la de los autobuses, según Torrens, quien ha destacado entre sus ventajas la flexibilidad ya que al no circular sobre raíles puede desviarse y circular por vías convencionales como un autobús normal.
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