MADRID.- El Pleno del Congreso rechazó hoy por amplia mayoría dos proposiciones distintas, pero con un mismo trasfondo. No salió adelante una proposición no de ley de IU para eliminar el crucifijo y la Biblia en las ceremonias de acatamiento y promesa de cargos y funciones públicas, así como la presentada por el BNG para revisar los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede. El PSOE considera que "la laicidad avanza al ritmo que establece la convicción colectiva" y, por tanto, "no hacen falta leyes prohibicionistas".
Las iniciativas únicamente contaron el respaldo de ICV, Na-Bai y UPyD, que junto a los promotores sumaron unos nueve votos insuficientes para compensar los de PSOE, PP, CiU y CC. En concreto, IU-ICV sometió a votación modificar el protocolo de las ceremonias para elaborar un nuevo sistema aconfesional pero, como dijo el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, "con la Iglesia hemos topado". A su juicio, la presencia de crucifijos y biblias en las tomas de posesión responde a las "paradojas" de un Estado aconfesional y defendió, además, eliminar las referencias religiosas en el Ejército, los comités de ética de los hospitales, la escuela pública o los funerales de Estado.
Sin embargo, el secretario general del Grupo Socialista, Ramón Jáuregui, justificó el 'no' dado por su formación alegando que "no hacen falta leyes prohibicionistas, sino prácticas aconfesionales naturales y progresistas". "Creemos que la laicidad avanza al ritmo que establece la convicción colectiva", añadió, ya que "España es como es" y no se pueden suprimir de repente "la Semana Santa ni el Corpus Cristi". Como ejemplo, Jáuregui recordó que los crucifijos han ido desapareciendo de aulas y juzgados "de forma natural".
Por su parte, el Grupo Popular rechazó la propuesta en boca del diputado Eugenio Nasarre, que recordó cómo "todos los presidentes del Gobierno han asumido este rito". En su opinión, "España no es un ente abstracto, sino una realidad histórica con raíces judeocristianas".
NO A LA REVISIÓN DE ACUERDOS
BNG llevó al Parlamento una propuesta para iniciar conversaciones con la Iglesia Católica y modificar los Acuerdos Internacionales suscritos con la Santa Sede en 1976 y 1979, de cara a adecuarlos al caracter aconfesional del Estado y fijar un nuevo marco de cooperación. La iniciativa corrió la misma suerte que la de IU y, desde el PSOE, el diputado Jesús Quijano la rechazó, de momento. En este sentido, aseguró que su grupo contempla la posibilidad en el futuro, "con un margen flexible para la prudencia y la oportunidad". No obstante, recordó que la revisión "no está ni en el programa electoral ni en las prioridades del Gobierno establecidas en el debate de investidura".
El diputado popular Jorge Fernández, por su parte, afirmó que los pactos actuales "aseguran la aconfesionalidad del Estado". "Si de verdad la premisa de la que se parte fuera cierta, todos los que estamos aquí deberíamos hacer una serie reflexión. Pero las premisas son falsas y son prejuicios ideológicos", replicó.
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