Lo canta el argentino-canadiense Kevin Johansen. El principio fue el Che junto a Fidel. Ya se sabe, la revolución cubana. El final es esperado por algunos como agua de mayo: la muerte de Fidel y el epílogo de Raúl. El origen fue el anticapitalismo del propio Ernesto Guevara. El resultado es el mercantilismo de su imagen. El 'camisetismo' del Che ha sido explotado por doquier de una punta a otra del planeta junto con toda su parafernalia de merchandising: llaveros, pines, chapas y carteles varios. Un libro por allí y ahora, una película por aquí. Mejor dicho, por Cannes. El estreno del film doble 'Che', de Steven Soderbergh, en el festival de festivales, aun eclipsado por la magnitud mediática de Indy IV, no ha ocultado el poderoso atractivo comercial del mito argentino-cubano. Una cosa está clara: Cuba estará hecha un desastre, pero fuera de la isla, Cuba vende. Y si es a través del Che mucho más. Y si detrás de la producción está Steven Soderbergh con su dinero estadounidense, ni te cuento. Y si además está Telecinco Cinema, que, recordemos, no da puntada sin hilo, el éxito está asegurado. Adiós al anticapitalismo y viva el consumismo.
Según el propio 'Che Guevara', en boca de Benicio del Toro, la cara del revolucionario en las dos películas de Soderbergh, "la primer cinta se hizo por dinero y la segunda por amor al arte". Es cierto que parece que hay diferencia en ambas producciones. Una más a gusto del consumidor medio, 'El argentino', sobre la revolución cubana. La segunda, 'Guerrilla', un capricho del director, sobre la estancia en Nueva York del Che y su posterior muerte en Bolivia. El rodaje se ha llevado a cabo en España, México, Puerto Rico y Nueva York, y el proceso de gestación de la película ha sido largo, lleva mucho hablándose del proyecto, en el que Soderbergh inicialmente iba a embarcarse como productor y al final ha sido director de dos cintas.
Quien ya ganara la Palma de Oro del Festival de Cannes con 'Sexo, mentiras y cintas de video' y triunfara con filmes como 'Erin Brockovich' o 'Traffic' ha culminado su obra más trabajada. "Este proyecto sobre el "Che" –ha explicado Soderbergh a la revista Alló Cinema- nos ha tenido ocupados mucho tiempo, principalmente por el guión. En un momento me di cuenta de que las dificultades venían del hecho de hacer una sola película". En el libreto han participado, aparte del propio Soderbergh, Peter Buchman y Ben Van Der Veen.
¿Cómo se hace una buena película sobre el Che? Documentándose. "Primero miramos sus diarios personales, los que escribió tanto durante la Revolución cubana como luego en Bolivia". Pero no sólo eso, también hablaron con todas las personas relacionadas con ambos momentos históricos, sus compañeros, su familia... "Y fuimos cinco veces a Cuba y leímos todo lo que estaba disponible sobre su vida".
"He llegado a la conclusión -añade- de que en varias de mis películas los personajes principales intentan y a veces logran cambiar una situación, como Julia Roberts en 'Erin Brockovich' o George Clooney en 'Un romance muy peligroso', pero sin duda el del 'Che' es un caso extremo". Es cierto. Él pensó que el mundo debía ser de otra manera, que debía ser mejor, e hizo lo que consideró necesario en ese sentido". Lo que está claro es que es un personaje cinematográfico a todas luces, con una vida llena de tensiones, un final trágico... el encumbramiento de un mito y su posterior caída.
Ernesto Guevara dijo que quería una única América unida desde México a la Argentina. No lo consiguió en vida ni después de su muerte, especialmente visto como está el patio entre las diferentes alianzas en Latinoamérica, pero sí lo ha conseguido en el celuloide. Parece que Soderbergh ha seguido a rajatabla la máxima "¡Actores latinoamericanos del mundo, uníos!" y ha metido en la saca algunos españoles. Por Puerto Rico está el mencionado Del Toro. Por Colombia, Catalina Sandino. Por Cuba, Jorge Perugorría. Por México, Demían Bichir. Por Venezuela, Santiago Cabrera. Y los españoles Óscar Jaenada, Jordi Mollá, Elvira Mínguez, Eduard Fernández y Rubén Ochandiano.
Desde los españoles Eduardo Noriega, en 'Che Guevara', de Josh Evans, y Antonio Banderas, interpretando a un ficticio Che en 'Evita', pasando por el actor neoyorquino de origen cubano Jsu García en 'The lost city', dirigida por Andy García, hasta Gael García Bernal por partida doble, en 'Diarios de motocicleta', de Walter Salles y en la serie de televisión 'Fidel'. El primer Che del celuloide fue el actor egipcio Omar Sharif, protagonista de la película de 1969 titulada 'Che!'
Y lo está sea del color que sea. Por eso se está preparando una nueva biografía, no del Che, ni de Fidel, ni Reynaldo Arenas, sino de la hija rebelde de Fidel Castro, Alina Fernández, que primero emigró a España con un pasaporte falso y, después, cómo no, a Miami. La historia ha sido encargada a Bobby Moresco, coguionista y productor de la cinta ganadora del Oscar en 2004 'Crash', de Paul Haggis. El libreto contemplará las diversas posiciones respecto del régimen castrista. Según la propia Alina, lleva 20 años intentando presentar a los norteamericanos la realidad de su país natal: "Espero que esta película sea una oportunidad de contarlo". Aunque inspirado en hechos verídicos, será estrictamente un relato de ficción sobre su fuga de Cuba.
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