Belgrado.- Rodolfo Chikilicuatre, el representante de España en Eurovisión, recibió hoy una de las más frías acogidas del ensayo general en el estadio Arena de Belgrado, en el que, un día antes de la final, sí fueron vitoreadas las actuaciones de Ucrania, Suecia, Portugal y, por supuesto, la anfitriona Serbia.
"El Chiki Chiki", la canción compuesta en clave paródica por Chikilicuatre y unos amigos, no ha conseguido trasladar la inesperada popularidad que ha cosechado en España al contexto internacional del certamen.
Tras la eliminación del Pavo Dustin de Irlanda en la primera semifinal, el representante español acaparó los abucheos de algunos de los "eurofans" tradicionales, que no quisieron esta tarde perderse la primera impresión sobre lo que será la gala de mañana.
Es la confirmación oficial de que el cacareado viraje en el estilo de Eurovisión hacia el llamado "frikivisión" se ha diluido tras la selección previa en las dos semifinales del martes y el jueves, que escogieron mayoritariamente dos perfiles clásicos del festival de la canción europea: las baladas románticas y los temas discotequeros.
Así, también pasaron desapercibidos Laka con su "Pokusaj", que representa a Bosnia-Herzegovina, y "Romanca", de Croacia, interpretado por el rapero de la tercera edad 75 Cents junto con Krakjevi Ulice, aunque la tendencia a votar a los países del Este puede jugar a su favor mañana.
A pesar de ello, la balanza parece inclinarse a los temas de toda la vida, como el de Portugal, "Senhora do Mar", en el que la voz de Vania Fernandes, proveniente de Madeira e impregnada de reverberación oceánica, se sitúa como favorita en las votaciones que la prensa hace cada edición, con más de 700 votos acumulados a media tarde de hoy.
En esa misma clasificación, mientras Chikilicuatre se sitúa con 135 puntos en el puesto número diecisiete de esta variable tabla, se coloca en segundo lugar Ucrania, otra de las que mejores perspectivas tiene de triunfo con su "Shady Lady".
Un tema discotequero que explota al máximo los estribillos simples y con una sensualidad que crece en el escenario gracias a la ingeniosa y deliberadamente vulgar puesta en escena y el poderío físico de su cantante, Ani Lorak.
En esa misma línea está la segunda embestida de Charlotte Perrelli, la explosiva cantante sueca que ya venció en 1999 el certamen y que ahora interpreta la muy pegadiza "Hero", deudora de los éxitos de club de los años noventa, que siempre mantuvieron su llama en Eurovisión.
El ruso Dima Bilan, el favorito en las casas de apuestas británicas, sigue buscando el gancho romántico con "Believe", al igual que la canción que abrirá la competición, la rumana "Pe-o margine de lume", de Nico & Blad, y la que la cerrará, la noruega Maria con "Hold on be strong".
De esta manera, el ensayo, como presumiblemente la gala, ha estado caracterizado por lo tradicional, por el aroma a Europa del Este causado por el hecho de que doce de los veinticinco participantes tengan esa procedencia y con la sensación de que el llamado "big four" es, hoy por hoy, el que menos potencia musical aporta al certamen.
Francia, con Sèbastien Tellier y su "Divine", ha causado indiferencia, casi aburrimiento en la medio vacía platea; Alemania ha apostado por el pop más convencional con "Disappear", de No Angels, y Reino Unido, a pesar de que el tema "Even" if era destacable, no ha dado con el tono que capta al público en el festival con el escaso tirón de su cantante, Andy Abraham.
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