Son las 11h del Jueves Santo. Hoy al mediodía, Anthony Bourdain estará en Mugaritz, con Andoni Luis Aduriz, y allí vamos a ir ahora mismo los dos verracos. Faltaría más.
Ayer, sin embargo, estuvo con Juan Mari Arzak. Como no podía ser de otra manera, la cámara de nuestra peli estuvo allí. Y, mirando al objetivo, Bourdain dijo: "Arzak es todo corazón, yo siempre que le veo me entran unas ganas tremendas de que sea mi padre. Le he visto saltarse el protocolo en grandes cenas y venirse a sentarse a mi lado, eso dice mucho de él, es un cocinero que está entre los grandes de la alta cocina, pero de otra manera, como más normal y más amigable. Y es que en unos segundos al lado de Arzak te das cuenta de que puede ser un buen amigo".
Y continuó hablando: "Aquí en el Pais Vasco se come estupendamente bien, y todos los que venimos de fuera nos preguntamos por qué. Bueno cualquier respuesta que pueda dar yo será simplista, pero creo que la cocina tiene mucho que ver con la identidad, y aquí estamos en una tierra de fuerte identidad, hay una lengua única y eso es algo importante, algo que se reflejará en la manera de cocinar de la gente de aquí, yo creo que al igual que pasa con Vietnam es importante tener una fuerte identidad para hacer una buena cocina y sobre todo algo que se olvida, ser una sociedad con ciertos miedos, como pueden ser la sociedad vietnamita o la vasca, muchas veces -aunque no veamos la conexión directa- el miedo hace la cocina".
El sabrá lo que dice, pero quizás se trata de una intuición jamás dicha por nadie hasta ahora. También puede ser producto de cierta mirada "turística y extranjera". En fin, sea lo que fuere, se lo agradecemos. Y nos regaló unos dibujitos y frasecitas a modo de refrán, que aquí colgamos: " Como todo trabajo sin nada de ocio hace de Jack un tipo torpe, soso...".
Por si no lo sabes, Bourdain es también autor de libros maravillosos que admiramos. A destacar Confesiones de un chef y Malos tragos.
Ahorita partimos de nuevo, acabamos este post y arrancamos motores, que ha salido el sol, hace una luz preciosa y Mugaritz está en el cielo. O viceversa, que lo mismo da. ¿Qué comeremos? ¿Con quién lo compartiremos? No hay nada como salir de casa sin un plan preciso.