No soy guiri, soy moderna

Retomando el tema de esas sorprendentes tendencias que llegan cada temporada que primero abominas y luego acabas asumiendo, tenemos que destacar otra que ya es todo un hecho. Se trata de las sandalias y zapatos bajos con calcetines, esa combinación (aparentemente) imposible que hace estragos en los centros turísticos y en el Interraíl. Hay que evitar la inspiración basada en el paletismo universal y mirar al look lolita para calzarse esta atrevida tendencia.

En las pasarelas, Anna Sui se ha apuntado a este invento para algunos looks de esta temporada primavera/verano, con los calcetines a la altura del tobillo. Vivienne Westwood no podía ser menos y también lo ha hecho, pero con medias más gruesas. En su desfile de la próxima temporada otoño/invierno, el siempre elegante Burberry Prorsum ha puesto calcetines ejecutivos bajo unas caras sandalias de plataforma. Si Christopher Bailey lo dice, debe ser verdad, ¿no?

¿Y en la calle? En las campañas de Zara han descubierto que no es tan hortera mezclar calcetines tobilleros con sandalias, y menos si aquéllos son fucsias. Elige sandalias con tacón para tener un aspecto sofisticado. Con cuña también quedan muy bien, como muestra la firma Mohop Shoes que, por cierto, vende online. Cualquier estilismo, combinado con unas sandalias con calcetines cortos, da lugar a un delicioso look naïf, pero aún más con un vestido un poco por encima de la rodilla de corto. En la última edición de Vogue UK también se han hecho eco de esta tendencia en varios editoriales, rizando el rizo un poco más y proponiendo las sandalias también de colores vibrantes.

En cuanto a los zapatos bajos con calcetines tobilleros, tómatelo como un inocente detalle de esa lolita que llevas dentro. La omnipresente Agyness Deynn -siempre con todos los hits de momento, eso sí, todos a la vez, por ella que no quede- es una usuaria habitual de este look.

Los calcetines son fáciles de encontrar, en Top Shop tienen una inacabable variedad de calcetines con todos los estampados del mundo. Sockshop, vende a domicilio calcetines lisos. Y no dejes de visitar los habituales H&M o Calzedonia.

Y recuerda que las lolitas también llevan tacón, sólo hay que llevarlo de forma inocente y despreocupada. Prueba con éstas de Jeremy Scott, al igual que estas más góticas de Gareht Pugh. Si los calcetines tienen puntilla, el efecto colegiala será total, y más original si tiene estampados psicodélicos. Marc Jacobs incluso fue más allá y propuso el look manoletina-calcetín en una sola pieza durante la temporada pasada. Para la originalidad más total, sorprende con unos zapatos de salón normales adornados por unos mini calcetines que se anudan al tobillo, que hasta hace poco se podían encontrar en Hot Topic, pero que desgraciadamente están agotados. De cualquier forma, pon a prueba tus habilidades e intenta fabricarte tú unos cortando unos calcetines viejos; ¡sorprenderás!

El origen de esta tendencia es mucho más cercano y cinematográfico: Dorothy, en su viaje a Oz, lucía aquellos zapatos de color rubí con unos inocentes calcetines azul cielo remangados. Cuando no sepas en qué inspirarte para este look, piensa en esta imagen.

Lo que ahora nos soprende como tendencia no es más que una adaptación de costumbres ancestrales. Sí, los 'guiris' llevan este look desde tiempos inmemoriales, pero antes se supone que los romanos ya llevaban algo parecido. Y, además, esto ya lo habían inventado los (siempre avanzados) japoneses, y aún lo continúan utilizando. Desde el principio de los tiempos, en Japón se han llevado las llamadas getas, esas sandalias de dedo con la suela de madera, sobre unos gruesos calcetines llamados tabi. En España se pueden adquirir directamente importados de Japón en tiendas como Fuku en Madrid.

* Ana Serrano es nuestra colaboradora de moda y belleza.