Zamora.- Miles de personas, más de 10.000 según los organizadores, han revivido hoy una tradición que se celebra desde el año 1292, cuando por primera vez se organizó la peregrinación romera que acompaña a la patrona de Zamora, la virgen de la Concha, hasta la localidad de La Hiniesta, situada a siete kilómetros.
La afluencia masiva de zamoranos a la romería más popular de la ciudad estuvo propiciada por el buen tiempo y el sol que comenzó a lucir poco antes de que se produjese el encuentro entre las comitivas de Zamora y La Hiniesta, uno de los momentos cumbres de la romería.
Previamente, bajo un cielo nublado y con amenaza de lluvia, la procesión que acompaña a la Virgen de la Concha en su peregrinación a La Hiniesta partió de la iglesia de San Antolín de la capital zamorana acompañada por los romeros y por la música tradicional que marcaba el paso de los cargadores que llevaban en andas a la patrona de Zamora.
Sobre las once y media de la mañana, junto al cementerio de La Hiniesta tuvo lugar el tradicional encuentro entre los cerca de 2.500 cofrades de la Virgen de la Concha y los vecinos de La Hiniesta.
Allí, tras el baile de los pendones de La Hiniesta y Zamora, la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, y el alcalde de La Hiniesta, Eugenio Gregorio, recuperaron sus bastones de mando, que habían intercambiado el día de la rogativa de San Marcos.
Tras el encuentro, ambas comitivas se unieron para recorrer el trayecto hasta la iglesia de La Hiniesta, un templo gótico construido en los siglos XIII y XIV.
El obispo de Zamora, Gregorio Martínez, presidió en esta iglesia la misa mayor del Lunes de Pentecostés, a la que acudieron las primeras autoridades locales y provinciales.
Tras la comida, estaba previsto que la Virgen de la Concha regresara a media tarde en procesión hasta la capital zamorana.
El vicepresidente de la cofradía de la Concha, el historiador Florián Ferrero, ha resaltado a Efe que la afluencia masiva a esta romería en los últimos años contrasta con el declive que vivió hace un cuarto de siglo, ya que en 1974 únicamente fueron trece los vecinos de Zamora que acudieron a la romería.
Desde entonces año tras año esta cita romera ha ganado más adeptos, en parte gracias a que la cofradía se abrió a las mujeres en el año 1978 y a que se fusionaron las dos secciones que había, una para la gente pudiente y otra para las clases populares, tal y como ha recordado Florián Ferrero.
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