Supongo que el fotógrafo Terry Richardson tendrá siempre esa mirada sucia que hace que cada imagen que toma parezca semipornográfica y decadente gracias a sus sempiternas gafas. Claro, desde su punto de vista, siempre con esas gafotas como de cazador puestas, todo se ve lúbrico, húmedo y más allá del erotismo. Ese modelo de montura, muy retro, a medio camino entre el aviador y el auténtico redneck estadounidense, hace furor entre la modernidad más alternativa de las grandes capitales europeas. Y es que, realmente, las monturas como las de Terry son una de las más deseadas esta temporada.
No sabemos qué pasará si le copias las gafas; ¿empezarás a ver a mujeres hermosas, medio desnudas y en posturitas de lo más erótico por doquier? Probablemente no, pero tu look ganará unos cuantos tantos de coolismo y/o guayedad. Terry Richardson lleva estas monturas graduadas, pero si tienes la vista bien o no te apetece graduar unos cristales para un capricho, lo más útil será que te las compres en versión sol. Aquí es dónde encontrarás una amplia oferta, desde las más caras hasta las más baratas.
El propio Marc Jacobs, íntimo de Richardson, le ha dedicado unas gafas de sol con su nombre. Realmente, la montura se parece bastante aunque más modernizada, al igual que estas otras con los cristales degradados y en varios colores. La mítica Linda Farrow Vintage también tiene un modelo muy parecido a las del fotógrafo; su catálogo es tan amplio y cambia tan a menudo que encontrarás más, muy similares, cada dos por tres. Hemos dado con unas muy auténticas en los almacenes Barney’s, en varios colores y a 'sólo' 400 dólares.
¿Qué hay de las versiones baratas? El recurrente Top Shop tiene unas muy aparentes con los cristales degradados y la montura metálica por unos 20 euros. En ASOS también, y además en un fantástico color rosa fucsia extremadamente kitsch. ¿Más baratas aún? En Fred Flare, por 10 dólares, y en varios colores de cristal y montura. Eso sí, no nos hacemos responsables de lo que les pueda pasar a tus ojos si las llevas mucho rato puestas…
Estas gafas, completamente introducidas en el mundo de la modernez (sí, esa gente que llevaba wayfarer, palestino, bolsos de tela y bombers y bambas antes que nadie y que luego se queja de que las llevan "todos los modernos", ejem), son en realidad un clásico muy inglés. Es ponerse unas de estas gafas y tener pinta de nerd, de artista o de inglés paso-de-la-moda. La marca Cutler & Gross es la más utilizada por quienes no se apean de este modelo de gafa.
Pero por supuesto también existen en su versión chabacana, como las que diseña Tom Ford. Hasta Paris Hilton se ha apuntado a esta montura, casi idéntica a la de Richardson, o a una versión similar parecidas a las que usaba Diana, la mala de 'V', pero en pasta blanca. Otra celebrity que en alguna ocasión ha lucido estas gafas, aunque mucho más indie, es Jarvis Cocker, él también con bastantes dioptrías. Nuestra versión patria, que no le llega ni a la suela de los zapatos a ninguno de los anteriores, ni a Paris, es Risto Mejide. Sin comentarios.
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