Río de Janeiro.- Brasil comenzará a enviar mañana energía a Argentina para ayudarla a enfrentar un posible desabastecimiento durante el invierno austral, e indirectamente podrá terminar ayudando también a Uruguay, informó hoy el Gobierno.
Inicialmente serán enviados a Argentina un promedio de 300 megavatios, volumen que será elevado en las próximas semanas, y parte de esa energía podrá ser retransmitida a Uruguay, actualmente más urgido, según un comunicado del Ministerio de Minas y Energía de Brasil.
"Con la aprobación de Brasil, Argentina evalúa la posibilidad de enviar esa energía, en un primer momento, a Uruguay, que pasa por dificultades energéticas", según el comunicado.
El Ministerio aclaró que como la capacidad del sistema de interconexión directo entre Brasil y Uruguay está limitado a 72 megavatios, la energía tendría que ser transmitida inicialmente a Argentina para después ser enviada a Uruguay.
"El Ministerio de Minas y Energía reitera que Brasil hará todos los esfuerzos para ayudar a los países vecinos, siempre de acuerdo con la política establecida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva", agrega la nota.
La energía enviada inicialmente a Argentina procederá de las plantas térmicas brasileñas alimentadas con diesel.
Brasil y Argentina acordaron la semana pasada que la ayuda brasileña se extenderá durante todo el invierno austral, hasta agosto próximo.
El volumen de energía fue definido durante la reunión que el ministro brasileño de Minas y Energía, Edison Lobao, tuvo la semana pasada en Brasilia con el ministro do Planificación, Inversiones y Servicios de Argentina, Julio De Vido.
El acuerdo prevé la transmisión promedio de cerca de 800 megavatios, volumen que podrá llegar hasta 1.500 megavatios en caso de ser necesario.
El volumen dependerá de los picos de temperatura en el invierno y del consecuente aumento de la demanda en Argentina.
El suministro de electricidad brasileña a Argentina fue decidido en una reunión en febrero pasado en Buenos Aires entre el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y la presidenta argentina, Cristina Fernández.
En esa ocasión, Lula rechazó la petición argentina para que Brasil disminuyera el volumen de gas natural que importa desde Bolivia para que ese combustible pudiese ser enviado a Argentina, pero se comprometió a ceder parte de la energía que el país vecino necesita.
Argentina pagará por parte de la energía que reciba y "compensará" a Brasil por la otra parte, devolviéndola en los últimos meses del año.
La energía transmitida procederá principalmente del excedente de las hidroeléctricas brasileñas, con excepción de Itaipú, la mayor generadora eléctrica del país y cuya electricidad no puede ser exportada a terceros países según el acuerdo entre Brasil y Paraguay, pero también por termoeléctricas.
Como las represas de las hidroeléctricas brasileñas estaban con sus aguas en niveles considerados muy bajos a comienzos de este año, el Gobierno venía estudiando la posibilidad de tan sólo ofrecerle al país vecino energía generada por termoeléctricas, que es más cara.
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